WASHINGTON.- Estados Unidos dijo el
jueves que quiere "sustanciales avances" en las inminentes negociaciones
con China luego de que ambas partes hicieron gestos que avivaron la
posible solución de su guerra comercial.
El presidente Donald
Trump "puede llegar a un acuerdo en cualquier momento, pero quiere un
buen acuerdo", dijo el jueves el secretario del Tesoro Steven Mnuchin,
recordando que Pekín se había comprometido desde el principio a
reequilibrar el comercio entre los dos países.
"No queremos un viaje que sea solo una serie de discusiones. Queremos lograr avances sustanciales", dijo.
Sin
embargo también advirtió que Trump solo aceptará un buen acuerdo, y
que, de ser necesario, aún está dispuesto a aumentar los aranceles sobre
los bienes del país asiático.
Esta semana hubo signos positivos
en el conflicto comercial, que entró en su segundo año. Trump aceptó la
solicitud de Pekín de retrasar una ronda de aumentos arancelarios hasta
el 15 de octubre después de que China acordó evitar algunos productos
estadounidenses de sus represalias.
Se espera que los altos
funcionarios de ambas potencias mantengan conversaciones preliminares a
fines de este mes, en preparación para las reuniones en Washington a
principios de octubre lideradas por Mnuchin y el representante de
Comercio de Estados Unidos, Bob Lighthizer.
"Claramente no hicimos
el progreso que queríamos" en la última reunión en Shanghai a fines de
julio, dijo Mnuchin. "Soy cautelosamente optimista. Considero que los
chinos tienen buenas intenciones con querer venir aquí con un acuerdo
ahora".
Pero dijo que Trump "está preparado para mantener estos
aranceles en su lugar, está preparado para aumentar los aranceles si
necesitamos aumentar los aranceles".
Pekin y Washington anunciaron el miércoles una pausa en su guerra comercial.
China
tiene a su economía está cada vez más afectada por ese enfrentamiento
que lleva 18 meses y a pedido de varias empresas admitió exceptuar de
aranceles suplementarios a numerosos productos importados de Estados
Unidos.
Trump, de su lado, anunció luego que en señal de "buena
voluntad" aplazaría hasta el 15 de octubre el aumento de aranceles a
productos chinos importados por 250.000 millones de dólares.
Trump
dijo que tomó esa decisión a pedido del viceprimer ministro chino Liu
He "debido a la celebración el 1 de octubre de 70 aniversario de la
República Popular China".
La imposición de nuevos aranceles el 1 de octubre "les crearía simbólicamente un problema", dijo el jueves Mnuchin.
En esta guerra comercial lo que está el juego es el dominio de la tecnología.
Washington
exige a las autoridades chinas que pongan fin a prácticas comerciales
que considera desleales. Especialmente Estados Unidos hace hincapié en
la transferencia forzada de tecnología a empresas que quieren instalarse
en China y rechaza las enormes subvenciones a las empresas estatales
chinas al tiempo que acuso a Pekin de robar derechos de propiedad
intelectual.
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