viernes, 4 de enero de 2019

La inflación cae en la zona euro y aumenta las dudas del BCE

LUXEMBURGO.- La inflación en la zona euro se desaceleró en diciembre hasta el 1,6%, por debajo del objetivo del 2% del Banco Central Europeo (BCE), lo que aumenta las dudas sobre la necesidad de aumentar los tipos de interés.

Esta ralentización de la inflación en el 1,6%, en lugar del 1,9% de noviembre, se debe a un estancamiento del precio de la energía, que sólo aumentó un 5,5% en lugar del 9,1% del mes anterior, según los datos publicados el viernes por la Oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat).
Aún más problemático es el estancamiento de la inflación subyacente, calculada sin tener en cuenta los productos con precios más volátiles, como la energía, alimentos, bebidas alcohólicas y tabaco. Ésta sólo aumentó un 1% el mes pasado, la misma baja inflación que desde hace meses.
"Si la reciente aceleración del crecimiento de los salarios en la zona euro podría aumentar este año la inflación subyacente, la desaceleración del crecimiento económico hace pensar que cualquier recuperación será débil", explica Jack Allen, analista de Capital Economics.
"Como la inflación en la energía debería seguir fuertemente a la baja, la global bajará al 1% hacia la mitad del año", predice Allen.
Según este analista, "el BCE probablemente esperará bastante más tiempo de lo que indican sus previsiones actuales antes de aumentar los tipos de interés".
Las autoridades monetarias de la zona euro adoptaron a mediados de diciembre una decisión histórica, dando por terminado su ambicioso programa de compra de deudas impulsado en 2015, por un total de 2,6 billones de euros, conocido como "quantitative easing".
Sin embargo, el BCE decidió mantener los tipos de interés en sus niveles más bajos históricos y precisó que estos no aumentarían al menos hasta el verano (boreal) de 2019.
Los tipos "seguirán a su nivel actual, es decir a nivel cero, o incluso por debajo de cero, al menos hasta después del verano de 2019", afirmó este viernes Benoît Coeuré, miembro del directorio del BCE, quien recordó que antes de subir los tipos de interés "esperarán el tiempo que haga falta para lograr el 2% de inflación (su objetivo)", en declaraciones a la emisora de radio France Inter.
Coeuré, que constata "una ralentización" del crecimiento mundial a causa de las amenazas de guerra comercial, cree que persiste el "riesgo" de una nueva "crisis financiera". "La máquina de fabricación de crisis aún sigue en funcionamiento", añadió.
Tampoco invitan al optimismo los últimos indicadores económicos, como el índice manufacturero PMI, publicado este viernes por el gabinete Markit.
Según Markit, el crecimiento del sector privado en la zona euro se desaceleró en diciembre y se situó en su nivel más bajo en cuatro años.
Según Chris Williamson, economista de este gabinete, esta ralentización se debe al "pesimismo de las empresas respecto al próximo aumento de la demanda", favorecido por "la guerra comercial, el Brexit, el aumento de la inestabilidad económica, la volatilidad de los mercados financieros y la desaceleración del crecimiento económico mundial".
"Con la inflación que se aleja de su objetivo y la ralentización del crecimiento, la cuestión es saber si el BCE tendrá la oportunidad de aumentar sus tipos de interés", analiza Bert Cojin, economista del banco ING, quien considera que Fráncfort afronta "un año de incertidumbre".

Más de lo previsto

La inflación de la zona euro se desaceleró en diciembre más de lo que esperaba el mercado y se alejó de la meta del Banco Central Europeo, mostró una estimación preliminar el viernes, reforzando las predicciones de que un alza de los tipos de interés podría no ocurrir este año. 
La oficina de estadísticas de la Unión Europea Eurostat estimó que los precios en el bloque cambiario de 19 países subieron un 1,6 por ciento interanual en diciembre, una desaceleración respecto al 1,9 por ciento de noviembre.
La inflación fue contenida por una fuerte desaceleración de los precios de la energía, mientras que indicadores centrales se mantuvieron estables en niveles bajos.
Analistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que la inflación se desacelerara a un 1,8 por ciento interanual en diciembre.
La caída inesperada lleva a la inflación debajo de la meta del Banco Central Europeo de una tasa menor, pero cercana a 2,0 por ciento, lo que complica los planes para una posible alza de los tipos de interés.
El BCE prometió en diciembre que mantendrá las tasas a los mínimos récord actuales al menos durante el próximo verano boreal y no hizo intento alguno por cambiar la expectativa de los mercados respecto a que una primera alza de los tipos tras la crisis sólo tendrá lugar a comienzos de 2020.
Las cifras de diciembre fortalecieron la opinión de que no debería esperarse alzas de tipos por parte del BCE este año.
El BCE proyectó una inflación de 1,8 por ciento en 2018 y de 1,6 por ciento en 2019, pero algunos economistas eran menos optimistas.
“La inflación está claramente debajo del 2 por ciento y el BCE no está apurado para elevar los tipos en el futuro próximo”, dijo Marc Brutsch, economista de la aseguradora Swiss Life, que estimó una tasa de 1,7 por ciento en 2018 y una caída a 1,4 por ciento este año.
En un comentario que parece confirmar las expectativas de los economistas, el integrante del BCE Benoît Coeuré dijo el viernes que los tipos de interés permanecerán en niveles bajos mientras sea necesario para llevar a la inflación de vuelta a su meta.

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