lunes, 12 de enero de 2009

Los inmigrantes buscan refugio laboral en el campo y en los hogares para capear la crisis en España

MADRID.- Dos actividades laborales habitualmente poco atractivas como las realizadas en el sector agrario y en el hogar han confirmado una vez más durante 2008 que son un refugio de trabajadores asalariados en tiempos de crisis y, más concretamente, de los inmigrantes en España.

Los regímenes especiales de la Seguridad Social 'Agrario por cuenta ajena' y de 'Empleados de hogar' fueron los únicos de los siete en que el organismo encuadra a los trabajadores que elevaron el número de afiliados, en un año de fortísima destrucción de empleo, que se tradujo en la pérdida de 841.000 cotizantes al sistema entre diciembre de 2007 y el mismo mes de 2008.

Por el contrario, el resto de actividades sufrió un importante retroceso, en el que destaca por su importancia cuantitativa el régimen general, que perdió casi 815.000 socios, el 5,47% del total.

En el capítulo de los que perdieron fuelle fue el régimen de autónomos -excluidos los del sector agrario- el que corrió una suerte menos mala, al registrar una caída del 2,21%, que en cifras absolutas supuso una caída de 70.000 personas en sus filas. Así, al acabar el año englobaba a 3,089 millones de personas.

También sufrió un importante retroceso (-5,58%) el régimen especial del Carbón, que ya sólo acoge a 7.749 trabajadores, tras la fuerte caída que ha sufrido en los últimos años como consecuencia de la reestructuración de las actividades extractivas de este mineral.

Agobiados por una crisis económica que destruye empleo a una velocidad sin precedentes, los regímenes de la Seguridad Social que más dinamismo han tenido son aquellos que en condiciones de expansión económica son más rápidamente abandonados por los trabajadores.

En el sector agrario, por la dureza de unas tareas sometidas a las inclemencias climatológicas, y en trabajo en el hogar, por la falta de prestigio y su ocasional penosidad. El primero ha ganado casi 44.000 asalariados y el segundo, más de 17.000, cuando un año antes habían perdido 18.000 y 34.000, respectivamente.

En estos dos sectores la presencia de inmigrantes es muy importante. Especialmente en el de Empleados de hogar -ocupado mayoritariamente por mujeres-, en el que las trabajadoras de origen extranjero constituyen en torno al 60% de los 286.000 afiliados actuales. En el régimen agrario por cuenta ajena, los inmigrantes representan más del 25% de sus 771.000 asociados. En ambos casos, el incremento de cotizantes se debe casi exclusivamente a ese colectivo.

La evolución de las empleadas de hogar es particularmente llamativa. Tras inflar los registros de la Seguridad Social hasta alcanzar la cifra de 365.000 con motivo de las regularizaciones masivas realizadas en el año 2005, este régimen inició un rápido descenso a medida que los inmigrantes abandonaban esta actividad para dedicarse a otras tareas mejor retribuidas o menos penosas, como las del comercio, los servicios a las empresas o los servicios sociales, siempre al abrigo de una actividad económica en alza.

Sin embargo, la llegada de la crisis está haciendo retornar a este segmento a muchos de ellos, tal como reflejan los datos de la Seguridad Social. Y eso que este organismo no recoge más que una parte de la realidad, porque este es un sector donde es muy frecuente el trabajo en la economía sumergida, dada la dificultad que existe para realizar controles.

Por su parte, el régimen de trabajadores del mar también continuó su paulatino descenso el pasado ejercicio, con una caída del 2,49%, que colocó sus efectivos en poco más de 66.000 personas.

Por último, el que acoge a los autónomos agrarios se vio mermado en un 6,27%, para quedarse con 230.000 cotizantes.

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