BUENOS AIRES.- A casi un año del inicio del confinamiento en Argentina, el el 80% de los establecimientos hoteleros de la ciudad de Buenos Aires continúan cerrados y sin miras a una mejor situación en el futuro cercano. De hecho el sector ya prevé un 2021 similar al año pasado.
Tras el intento fallido de prueba piloto del turismo receptivo y sin una fecha estimada de cuándo las limitaciones de ingreso al país podrían levantarse, la AHRCC ve un panorama desalentador en el que apenas algunos hoteles porteños llegan a una ocupación actual por debajo del 10%.
La movilidad de turismo interno también es limitada en tanto se buscan destinos nacionales de naturaleza y playa por encima de urbanos masificados.
“Este es uno de los peores momentos que está atravesando la hotelería. Antes con la ayuda del ATP se sostenía un poco más, pero ahora es dramático”, sostuvo Ariel Amoroso, presidente de esa entidad. “El 80% de los hoteles sigue cerrado y no se sabe cuáles van a volver a abrir y cuáles no”, aseguró a Ámbito.
“De hecho, hay muchos hoteles a la venta, pero con este panorama no hay compradores”, remarcó.
Lo cierto, es que la hotelería en general enfrenta una crisis sin precedentes. Por un lado, no hay turismo, hay menos vuelos, no hay ferias ni congresos. En definitiva no hay huéspedes para paliar la situación que atraviesan los establecimientos tanto en Buenos Aires.
“No hay demanda para abrir por ahora, es más caro abrir con poca ocupación que permanecer cerrados”, aseguró Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) y de la cadena hotelera Amerian, que continúa con las puertas cerradas en la ciudad.
A la espera de un posible apoyo del ministerio de Turismo de la Nación, los hoteleros aseguran que ya les cuesta demasiado aguantar. Las reconversiones no son sencillas; algunos hoteles han incorporado alquiler de espacios para trabajo, áreas comunes como gimnasios o day use pero todo implica una inversión que tampoco es lo necesariamente redituable.
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