lunes, 8 de junio de 2020

El candidato mexicano a dirigir la OMC dice que el organismo ha "perdido el camino" y propone reformas

MÉXICO/GINEBRA.- El candidato de México para dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC) dijo el lunes que las reglas del grupo ya no reflejan las complejidades de la manufactura y el comercio modernos, y planteó reformas que podrían incluir un cambio en el modo en que algunos de sus miembros son catalogados como naciones en desarrollo. 

Jesús Seade, un veterano funcionario de comercio, ayudó a fundar la OMC, con sede en Ginebra, a principios de la década de 1990 y, más recientemente, dirigió el equipo de negociación mexicano para convenir un nuevo acuerdo comercial de Norteamérica, que entrará en vigor en julio.
El funcionario fue anunciado este lunes como el candidato del país para reemplazar al saliente Roberto Azevedo.
“Después de 25 años de inacción en el desarrollo de las reglas, hemos perdido el camino”, dijo Seade. Sin embargo, explicó que hay “enormes” oportunidades de modernizar el sistema de comercio global que rige la OMC.
El economista de 73 años argumentó que las normas actuales no reflejan la realidad de las cadenas de suministro mundiales, el cambio tecnológico, el surgimiento de Asia como potencia en ese ámbito o las cuestiones laborales y ambientales claves para los acuerdos comerciales modernos.
“No se puede negar que la OMC necesita cambiar, necesita volver a las negociaciones”, aseguró Seade, quien ocupa la subsecretaría para América del Norte de la cancillería mexicana. “El mundo está avanzando”.
El último intento de la OMC de una revisión integral, la Ronda de Doha, se derrumbó en 2015 después de más de una década de estancamiento, lo que subraya la dificultad de lograr que países con agendas muy diferentes acuerden reglas comerciales.
Roberto Azevedo, director general de la OMC, dijo el mes pasado que dejará su cargo a fines de agosto, un año antes de lo previsto. Su sucesor enfrentará a tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como el creciente proteccionismo exacerbado por la pandemia del COVID-19.
Seade dijo que Pekín quería una OMC fuerte y que no creía que Washington se fuera a retirar del organismo, descrito recientemente como “horrible” por el presidente Donald Trump.
A corto plazo, sostuvo, la OMC debería ayudar a reactivar la economía mundial después del coronavirus. A mediano plazo, podría trabajar en fórmulas para hacer un “libro de buenas prácticas” que guíe esas respuestas en el futuro, agregó.
Seade fue jefe adjunto de la OMC después de su creación. Cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en 2018, fue contratado para concluir las negociaciones de actualización del tratado de América del Norte.
Para reemplazar a Azevedo se han citado varios nombres como posibles candidatos. Algunos, en Europa, consideran que el liderazgo del organismo debería alternarse entre alguien del mundo en desarrollo y otro del mundo desarrollado, como España.


Procedimiento de elección

La salida anticipada del brasileño Roberto Azevedo de la dirección de la Organización Mundial de Comercio (OMC) pone a la entidad en una situación delicada, ya que los países tendrán sólo tres meses para elegir a su sucesor, con una pandemia castigando al mundo.
¿Cómo se va a desarrollar?

- Campaña -

En plena crisis económica mundial a causa de la pandemia de covid-19, varios asuntos y proyectos importantes esperan al próximo director de la OMC: preparar la conferencia ministerial de 2021, reavivar las negociaciones que se encuentran estancadas y resolver los conflictos entre el organismo y Estados Unidos.
Washington, que ha amenazado con abandonar la OMC "si fuera necesario", reclama en particular una revisión del brazo jurídico de la OMC y del estatuto de país en desarrollo que tiene China.
Los candidatos que no esquiven estos desafíos pueden presentar sus solicitudes desde este lunes hasta el 8 de julio próximo.
A continuación, serán invitados a reunirse con los 164 miembros de la OMC. Este periodo de campaña dura por lo general tres meses, pero la renuncia de Azevedo cambió los naipes, en particular en lo que se refiere a plazos: los países disponen apenas de tres meses para designar a su sucesor, cuando este proceso suele durar nueve.
Si no lo logran, uno de los subdirectores del organismo asumirá como director general interino.
El procedimiento para designar al jefe de la OMC no es precisamente una elección, sino un mecanismo de consenso que funciona por eliminación. La votación sólo es posible como último recurso, de no haber acuerdo.

- Eliminación -

El proceso de selección es supervisado por una "troika", integrada por el presidente del Consejo General (órgano supremo de decisión, que reúne a los miembros de la OMC), el presidente del órgano de solución de diferencias y el presidente del órgano de examen de políticas comerciales.
El presidente del Consejo General, en este caso el embajador de Nueva Zelanda, David Walker, será el encargado de recibir a los representantes de los Estados para consultarles sobre sus preferencias e intentar determinar cuál candidato tiene más probabilidades de alcanzar un consenso.
No hay un principio de rotación geográfica, pero el reglamento prevé que si en la selección final los países tienen que elegir entre candidatos con méritos similares, deberán tener en cuenta "la conveniencia de reflejar la diversidad de los miembros de la OMC en las nominaciones sucesivas al cargo de director general".
Tras cada etapa de consultas, la "troika" elimina sucesivamente a los candidatos con menos adhesiones. Al finalizar la fase del proceso de consultas, ésta presenta a los embajadores al candidato con mayores posibilidades de lograr un consenso y recomienda su nominación.
La selección, en 2013, de Roberto Azevedo, quien sucedió al francés Pascal Lamy, se realizó en tres etapas de eliminaciones sucesivas. En 1999, los países miembros no lograron un acuerdo y el mandato fue dividido en dos ejercicios, de tres años cada uno, para los dos candidatos preferidos.

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