WASHINGTON.- El Banco Mundial ha revisado a la baja las
previsiones de la economía latinoamericana en 2020, con una contracción
del 7,2% en 2020, frente a la anterior previsión del organismo en abril,
que apuntaba a una caída del 4,6% este año.
Así lo ha indicado la entidad a través de su informe de
previsiones macroeconómicas globales de junio, en el que ha destacado
que el Covid-19 ha empeorado de manera significativa las condiciones
económicas de la región.
En concreto, el Banco Mundial subraya que las
previsiones en América Latina y el Caribe, las cuales son "mucho peores
que las de la crisis financiera global", reflejan el deterioro en las
condiciones financieras y la caída en los precios de las materias
primas, así como la propagación de una recesión global.
Por países, el Banco Mundial proyecta una caída del 8% en 2020 y
una recuperación del 2,2% en Brasil; en México anticipa una contracción
del 7,5% en 2020 y un repunte del 3% en 2021; en Argentina apunta a un
descenso del 7,3% en 2020 y una subida del 2,1% en 2021 y en Colombia
estima una contracción del 4,9% en 2020 y un repunte del 3,6% en 2021.
Además, en Ecuador prevé un descenso del 7,4% en 2020 y una
recuperación del 4,1% en 2021; en Bolivia contempla una caída del 5,9%
en 2020 y un repunte del 2,2% en 2021; en Chile apunta a una contracción
del 4,3% en 2020 y un repunte del 3,1% en 2021; en Perú se proyecta una
caída del 12% en 2020 y una recuperación del 7% en 2021; y en Uruguay
el informe prevé una caída del 3,7% este año y un repunte del 4,6% en
2021.
En Centroamérica, las previsiones para la economía estiman que se
contraiga en un 3,6% en 2020, como consecuencia de las medidas de
aislamiento social instauradas para evitar la propagación del Covid
durante la primera mitad del año, así como por la caída pronunciada de
las remesas, el detenimiento del turismo y una bajada en los precios de
productos agrícolas con respecto a 2019. Las previsiones para 2021 de
esta región apuntan a un crecimiento del 1,8%.
El informe explica que el crecimiento del 2,8% de Latinoamérica y
el Caribe en 2021 se debe a que las medidas para contener el virus cada
vez son menos intensas en los diferentes países, así como porque las
condiciones financieras y las condiciones de la demanda externa apoyan
más a la región.
Sin embargo, la perspectiva a corto plazo del informe está sujeta a
"riesgos significativos de caída" en la economía, a lo que se incluyen
las protestas sociales de varios países durante el año pasado, como el
caso de Chile, el aumento de las reacciones adversas en los mercados por
los aumentos de deuda pública, la debilidad, mayor de lo esperada, en
los precios de las 'commodities' y la "persistente" incertidumbre
relacionada con la pandemia, la cual ralentiza la recuperación del
sector servicios.
"Las condiciones económicas en América Latina y el Caribe han
empeorado de manera dramática a raíz de los efectos que la Covid-19 ha
tenido a través de América Latina y el Caribe. La región comenzó con un
pequeño número de casos de Covid-19, pero las propagaciones en la región
se han propagado de manera rápida. Además, en muchos países el número
de casos registrados podría ser mayor a los datos oficiales", ha
explicado el organismo.
En concreto, el informe resalta que la caída en los precios de las
materias primas ha afectado en varios países de la región, sobre todo
en aquellas que son productores de petróleo y gas. "Las caídas abruptas
de Estados Unidos y China han deteriorado las cadenas de suministro de
México y Brasil y han causado una caída pronunciada en las exportaciones
de economías productoras de materias primas como Chile o Perú", agrega.
Además, la contracción severa de la economía de Estados Unidos en
el segundo trimestre ha afectado al comercio de Centroamérica así como a
la llegada de remesas. Por otro lado, el turismo, que es un sector con
un peso importante en las economías caribeñas y mexicana, se ha
desplomado en la primera mitad del año.
Por otra parte, el informe señala que ante el aumento del riesgo
en los mercados financieras, América Latina ha sufrido una repentina
salida de capitales "mucho más severa" que la que tuvo lugar durante la
crisis financiera de 2008, lo que ha conllevado a una depreciación de
las monedas locales y un aumento en el riesgo de los bonos soberanos.
Por último, el informe advierte de que a los riesgos económicos y
sanitarios del continente se unen algunos desastres naturales como
huracanes o terremotos.
"Latinoamérica se enfrenta a riesgos
persistentes relacionados con desastres naturales y eventos
meteorológicos, incluyendo la época de huracanes en el Caribe. Un
desastre natural significativo con la pandemia de Covid-19 en los
talones podría suponer la devastación económica para algunos países de
la región", apostilla.
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