BERLÍN.- Entre
la pandemia global, el colapso económico más profundo desde la Segunda
Guerra Mundial y el brexit, la canciller alemana, Angela Merkel, ha
tenido un 2020 difícil. Y se está preparando para una situación que puede empeorar mucho.
A
medida que la situación política del presidente Donald Trump se vuelve
cada vez más impredecible previo a las elecciones estadounidenses de
noviembre, Merkel se prepara para enfrentar más desafíos de su
contraparte estadounidense, según funcionarios familiarizados con su ola
de pensamiento.
Este
mes, Trump, sin previo aviso, anunció el retiro de las tropas
estadounidenses de Alemania, marginó a la canciller de negociaciones
entre Serbia y Kosovo, y suspendió los esfuerzos de resolución de una
disputa sobre gravámenes a gigantes de internet. Amenazó nuevamente con
imponer aranceles a automóviles europeos, un ataque más bien directo
para Alemania.
Ahora
que EE.UU. hace frente a protestas masivas por la violencia policial,
tiene más de 100.000 fallecimientos por covid-19 y las cifras de
encuestas sobre el presidente no son sólidas, funcionarios en Berlín
temen que eso pueda ser solo el comienzo de un problema para Alemania.
Merkel incluso citó las elecciones estadounidenses como un factor de
riesgo para la UE en una videoconferencia con sus colegas líderes el
viernes, según un funcionario.
Los
alemanes temen que mientras Trump intenta revivir su campaña, pueda
atraer a su base con provocativas acciones políticas que les causen
problemas masivos, dijo otro funcionario, pidiendo no ser identificado
porque las discusiones son privadas.
Los puntos críticos potenciales
incluyen aumentar drásticamente las barreras comerciales o los esfuerzos
por interrumpir la alianza de seguridad occidental. La ambivalencia de
Trump sobre la OTAN ha sido una fuente de preocupación desde hace mucho
tiempo para los líderes europeos.
Ahora
que los lazos entre EE.UU. y Alemania están deteriorándose, Trump
también comenzó a amenazar nuevamente con imponer aranceles sobre las
exportaciones de autos alemanes. Es posible que Merkel haya
desencadenado la más reciente provocación cuando redujo el esfuerzo de
Trump por organizar una reunión del Grupo de los Siete en Camp David
este mes diciendo que no asistiría.
El
aumento de las tensiones comerciales podría ser la amenaza más
inmediata para Berlín, y uno de los funcionarios dijo que era posible
que Washington usara esto como tema de campaña. A principios de este
mes, Trump planteó la posibilidad de apuntar al sector automotriz de
Alemania para obligar a la UE a reducir sus impuestos sobre las
exportaciones de langosta estadounidense.
“La
Unión Europea ha estafado tanto a este país que es increíble, y es tan
fácil de resolver”, dijo Trump a representantes de la industria pesquera
en Maine que se quejaron de las barreras comerciales europeas. “Si no
cambian, aplicaremos un arancel a sus autos hasta que cambien. Y
cambiarán de inmediato”.
Los
aranceles serían un desastre financiero para la industria automotriz de
Alemania y podría afectar las ventas de vehículos valoradas en 23.000
millones de euros (28.000 millones de dólares), según estimaciones de Bloomberg
Intelligence.
De acuerdo con la Comisión Europea, la rama ejecutiva del
bloque, un arancel estadounidense de 25% sobre los automóviles
extranjeros agregaría 10.000 euros al precio de etiqueta de los
vehículos europeos importados al país.
La
UE ha indicado que si Washington sigue adelante con la amenaza,
impondría aranceles a 35.000 millones de euros de las importaciones
estadounidenses, una escalada que probablemente se convertiría en una
guerra comercial general.
El
impacto de la guerra comercial entre EE.UU. y la UE probablemente
empeoraría las consecuencias del conflicto de Trump con China el año
pasado.
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