WASHINGTON.- Investigadores chinos han usado la comunicación cuántica para intercambiar una "clave secreta"
destinada a descifrar mensajes, que se ha enviado desde un satélite a
dos puntos en la Tierra separados por 1.120 kilómetros, lo que supone
pulverizar la distancia máxima lograda hasta ahora.
El
estudio, que publica hoy 'Nature' y firman investigadores del
Laboratorio Nacional Hefei de Ciencia Física de China, establece un
método que no solo aumenta diez veces la transmisión terrestre, sino que "aumenta la seguridad práctica del sistema de distribución de
claves cuánticas a un nivel si precedentes", dicen los autores. La
transmisión de esa clave secreta se ha realizado desde el satélite
Micius hasta dos observatorios en Tierra, los de Delingha y Nanshan, en
China.
Para
ello, han usado la distribución de claves basadas en el entrelazamiento
cuántico, una característica del mundo cuántico -el de las partículas
subatómicas- que tiene peculiaridades que no pueden observarse fuera de él,
pero que influye en nuestro mundo. El entrelazamiento cuántico supone
que dos partículas están entrelazadas, incluso a millones de kilómetros
de distancia, y lo que le sucede a una le pasa también a la otra de forma automática, o dicho de otra manera, ambas pueden "comunicarse" sin que haya un canal de transmisión entre las dos.
El uso de esta técnica permite crear, en teoría, un medio superseguro de comunicación, pues por las características del entrelazamiento, cuando este se intenta observar se rompe y el mensaje se pierde. Los intentos anteriores
de distribuir de forma directa estas claves cuánticas entre dos
usuarios en la Tierra y en condiciones reales fuera del laboratorio han
alcanzado distancias de solo cien kilómetros, frente a los 1.120 del actual experimento.
Los
científicos han empleado fotones para poner en marcha esta comunicación
cuántica que permite distribuir de forma segura la clave secreta para
poder intercambiar mensajes cifrados. Hasta ahora, no se había logrado
superar los cien kilómetros de transmisión debido a las "pérdidas de fotones" que aumentan rápidamente con la distancia.
El uso de "repetidores" permite aumentar la distancia de transmisión y evitar así la pérdida de fotones, pero por el contrario introduce riesgos de seguridad.
Para evitar el uso de repetidores y con ello las brechas de seguridad
en la comunicación, Jian-Wei del Laboratorio Hefei y su equipo emplearon
el satélite chino Micius, lanzado en 2016 y equipado con herramientas
cuánticas.
Gracias a este satélite se puede establecer un enlace seguro
entre las dos estaciones terrestres a través del uso de fotones
entrelazados. El satélite transmite los fotones cuando pasa por encima
de las dos estaciones diseñadas para recibir estas señales cuánticas y
separadas por 1.120 kilómetros.
Aunque
la distribución de entrelazamientos cuánticos por satélite ya se había
conseguido anteriormente, los autores "han aumentado su eficiencia de
transmisión y han reducido las tasas de error lo suficiente" como para
utilizarlos para transmitir claves cuánticas, indica Nature.
Además, los
autores destacan que "el sistema produce un canal seguro que es
resistente a los ataques, resultados que abren un camino hacia las redes cuánticas globales basadas en el entrelazamiento".
No hay comentarios:
Publicar un comentario