lunes, 18 de mayo de 2020

España quiere reabrir las fronteras al turismo para el verano

MADRID.- España, cuya economía depende en buena medida del turismo, pretende reabrir las fronteras a los visitantes a finales de junio, mientras va relajando las medidas de confinamiento impuestas desde mediados de marzo para frenar la pandemia de coronavirus, cuyo rastro letal diario cayó el lunes por debajo de los 100 fallecimientos por segundo día consecutivo. 

La semana pasada, Madrid sorprendió a sus socios de la Unión Europea al imponer una cuarentena de dos semanas a todos los viajeros procedentes del extranjero, manteniendo de facto cerradas las fronteras españolas, al entender que esta medida era necesaria para evitar un eventual rebrote de la enfermedad COVID-19.
Sin embargo, esta medida tiene carácter temporal y el lunes el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, dijo que se eliminaría gradualmente en paralelo con la autorización de los viajes dentro de España, donde las regiones van avanzando de forma asimétrica hacia las siguientes fases de la desescalada.
“En el momento en que los españoles podamos ir a otras provincias, los extranjeros podrán entrar en España. Es un problema de coherencia”, dijo el lunes en una entrevista con la cadena pública de televisión TVE.
“A partir de finales de junio podremos ya iniciar la actividad turística, espero que sí, si mantenemos bien la desescalada, tenemos que hacer España un país atractivo desde el punto de vista sanitario. El turismo quiere confianza”.
El turismo representa más del 12% del producto interior bruto de España, uno de los países más afectados por la epidemia.
El número de muertos por coronavirus del país se elevó el lunes en 59, hasta los 27.709, situándose por segundo día consecutivo por debajo de las 100 defunciones, cifras que no se observaban desde hace dos meses.
Los nuevos casos subieron en 285 hasta los 231.606, un incremento de sólo el 0,12% el lunes, según las últimas estadísticas del Ministerio de Sanidad.
“Son datos realmente buenos, este fin de semana se ha notado mucho ... Estamos empezando a constatar que la evolución de la epidemia es relativamente buena”, dijo Fernando Simón, el jefe del centro de emergencias sanitarias del país.
El experto añadió que la tasa de mortalidad había disminuido desde alrededor del 11% durante el pico de la pandemia a finales de marzo a menos del 2% para aquellas personas que desarrollaron síntomas entre el 27 de abril y el 3 de mayo.
Alentada por las estadísticas, España está suavizando lentamente el estricto confinamiento en el que su población no pudo ni salir a ejercitarse durante muchas semanas.
En la mayoría de regiones, los restaurantes y bares iban reabriendo gradualmente, aunque con escasez de clientes.
En la ciudad mediterránea de Valencia, la jefa de restaurante Cristina Gonzalo y su personal madrugaron para preparar su bar en la playa. Vestido con camisa blanca y mascarilla a juego, un camarero medía minuciosamente el espacio entre las mesas para asegurarse de que se ajustaban a los requisitos de distanciamiento social.
Gonzalo dijo que tenía dudas sobre la reapertura, pero que estaba contenta de poder ayudar a los trabajadores, que habían sido enviados a casa en un ERTE (plan de despido temporal).
“No recibieron el dinero para comprar lo esencial y estaban desesperados”, dijo. 
Prueba de que muchos establecimientos no sobrevivirán a la crisis, Manuel Cáceres, más conocido como “Manolo el del Bombo”, el aficionado más conocido de la selección española de fútbol, a la que ha animado en 10 mundiales, dijo que se enfrentaba a la quiebra tras verse obligado a cerrar su bar en Valencia.
“Lo he perdido todo”, dijo Cáceres, de 71 años.
“Quería vender el bombo del Mundial (que ganó España en Sudáfrica en 2010) porque cobro una pensión de 800 euros, tengo una hipoteca de 400 y pico euros, y no voy a tener casi ni para comer”, dijo ante las cámaras.
La crisis sanitaria ha tensionado hasta el extremo el sistema de salud español y ha asestado un duro golpe a la economía doméstica, que podría caer hasta un 12,4% este año, según los cálculos del Banco de España.
El gobernador del banco central, Pablo Hernández de Cos, no descartó el lunes que el golpe del coronarivus sea todavía más duro y prolongado de lo previsto inicialmente.
El paro se disparó en marzo y abril, llevando el número de personas que dependen de las prestaciones por desempleo a un nivel récord de 5,2 millones.
Incluyendo a los trabajadores en situación de despido temporal o ERTE, y aquellos de baja médica, hasta 7 millones de personas dependen actualmente del Estado, casi el 30% de la población activa, según los datos que España envió a Bruselas a principios de mayo.
Aunque la vida en regiones menos pobladas como las Islas Baleares y las Canarias ha vuelto casi a la normalidad para sus residentes, todavía no hay turistas.
“Es coherente con el plan de desescalada. No podíamos permitir circulación de extranjeros mientras la población española está confinada”, dijo Ábalos, justificando la cuarentena.

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