NUEVA YORK.- El
precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este lunes con un
alza de 8,12 %, hasta los 31,82 dólares el barril, ante las reaperturas
económicas y la menor producción de crudo a nivel mundial y en EE.UU.,
donde las principales compañías redujeron su bombeo desde la caída de la
demanda por el COVID-19.
Al
final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex)
los contratos de futuros del WTI para entrega en junio sumaron 2,39
dólares respecto a la sesión previa del viernes, cuando el Texas avanzó
un 6,8 %.
Los
precios del petróleo han vuelto a subir para ponerse por encima de los
30 dólares por primera vez en más de dos meses, apoyado en la
expectativa de un pronto repunte en la demanda por la vuelta a la
normalidad y la progresiva corrección del exceso de oferta que inunda el
mercado desde que comenzó la pandemia del COVID-19.
Asimismo,
los analistas han señalado que, al contrario de lo que suele ocurrir
normalmente en el mercado petrolero, los inversores están prestando cada
vez más atención a contratos a varios meses vista, como diciembre,
donde se espera un rebote de la demanda que coincide con las
festividades navideñas.
Esta
dinámica, calificada como "inusual" por algunos expertos, se produce en
un contexto en el que existe cierta aversión a los contratos a corto
plazo por la incertidumbre y la volatilidad que la pandemia ejerce sobre
los contratos futuros más próximos, aunque normalmente el interés de
los operadores suele centrarse en el mes siguiente o, como mucho, a dos
meses vista.
En
este sentido, la situación del mercado actual, con el WTI por encima de
los 30 dólares como no se había visto desde marzo, contrasta con el
caos de hace tan solo un mes, cuando en el día previo a que expirasen
los contratos para mayo, el barril de crudo texano cotizó en negativo
por primera vez en su historia, con una caída superior al 300%, debido
principalmente a la falta de capacidad de almacenaje.
Actualmente,
las preocupaciones en torno a la capacidad de almacenaje de EE.UU. se
han disipado ligeramente y, tras el repunte en la demanda después de los
mínimos de abril, algunos expertos descartan que se pueda volver a
repetir una situación como la del contrato previo, sobre todo porque la
situación en el principal punto de entrega del país, en Cushing
(Oklahoma), es considerablemente mejor que el mes pasado.
"El
sistema de almacenaje de Estados Unidos vale su peso en oro", dijo el
presidente de la compañía especializada en almacenamiento Enterprise
Product Partners LP, Jim Teague, en declaraciones al Wall Street
Journal, donde comentó asimismo que las empresas estadounidenses "han
encontrado en dos meses sitios donde almacenar crudo que ni sabíamos que
existían".
Asimismo,
los precios también se han apoyado en la ampliación de los recortes de
la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la
recuperación de China, el mayor consumidor de crudo del mundo, y en la
confianza que ha ocasionado en los mercados mundiales los avances de la
farmacéutica Moderna con respecto al desarrollo de una potencial vacuna
que funcione contra el COVID-19.
Por
otra parte, los contratos de futuros de gasolina con vencimiento en
junio sumaron más de cinco centavos, hasta los 1,02 dólares el galón, y
los de gas natural, que expiran el mismo mes, avanzaron casi catorce
centavos hasta los 1,78 dólares por cada mil pies cúbicos.
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