BRUSELAS.- Alemania
representa más de la mitad de la ayuda estatal de emergencia para el
coronavirus aprobada por el ejecutivo de la UE, lo que hace temer que
los países con los bolsillos más profundos puedan estar obteniendo una
ventaja injusta en el mercado único del bloque.
Garantizar
la igualdad de condiciones competitivas en su preciado mercado único
—con una población de unos 450 millones de personas— es un principio
fundamental de la UE y ha sido por mucho tiempo condición clave a la
hora de valorar la apertura a países externos, ya sea China o Reino
Unido post-Brexit.
Sin
embargo, el ejecutivo de la Comisión Europea suspendió a mediados de
marzo las restricciones a las ayudas estatales, normalmente estrictas,
permitiendo a los 27 Estados de la UE inyectar dinero a sus economías y a
las empresas afectadas por el coronavirus, con más de 1,9 billones de
euros (2,1 billones de dólares) de planes nacionales aprobados hasta la
fecha.
El terreno de juego no es homogéneo. Los estados más ricos o menos endeudados tienen más posibilidades de distribuir fondos.
Aunque
Alemania representa alrededor de un cuarto del PIB de la Unión Europea,
supone alrededor del 52% del valor total de la ayuda estatal de
emergencia para el coronavirus aprobada hasta ahora, según los datos de
la Comisión.
Francia
e Italia comparten el segundo lugar, cada una con el 17% del total, y
la Comisión planea mantener su estrategia de no intervención hasta por
lo menos el final de 2020.
"Existe
claramente un riesgo de ruptura del (...) mercado interior en Europa",
dijo un funcionario de alto rango del Gobierno español. "No todos los
países del mercado interior tienen acceso a esta liquidez. Alemania
tiene bolsillos profundos y puede permitírselo".
Berlín
concedió un préstamo de 3.000 millones de euros con aval del Estado a
Adidas , una línea de crédito de 1.800 millones de euros
al operador turístico TUI y está en conversaciones con
Lufthansa para un paquete de rescate de 9.000 millones de euros, entre
otros.
"La
ayuda estatal que algunos países europeos están estudiando dar a las
aerolíneas podría distorsionar la competencia y crear beneficios para
algunos cuando el sector se reinicie", advirtió Carlo Amati, del
sindicato italiano de auxiliares de vuelo ANPAV. "Se deben defender las
cuotas de mercado que existían antes del COVID-19".
El
viernes, Michael O'Leary, presidente ejecutivo de Ryanair, anunció
planes de recortar 3.000 puestos de trabajo y dijo que planeaba recurrir
ante los tribunales europeos las ayudas estatales europeas a sus
competidoras, que según él ascienden a más de 30.000 millones de euros.
La
comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, dijo el miércoles
que la suspensión de las normas habituales de ayuda estatal es
"totalmente legítima" en la actualidad para salvar puestos de trabajo y
empresas y que las distorsiones de la competencia se mantienen en un
mínimo.
"Hay
diferencias en cuanto a cuánto pueden gastar los Estados miembros
dependiendo de su espacio fiscal", declaró en un debate virtual. "Pero
(...) preservamos el mercado único porque necesitamos verdaderamente el
mercado único para nuestra recuperación".
Una
fuente de la UE, que habló bajo condición de anonimato, fue más franca:
"si se mira la escala de lo que Alemania en particular, pero también
algunos otros, están haciendo (...) cualquier noción de igualdad de
condiciones o de integridad del mercado único se ha ido al traste".
Esta
situación justifica la demanda del sur de una financiación conjunta de
la UE para estimular la recuperación. De lo contrario, se teme que esos
países no solo habrán sufrido con más severidad la crisis sanitaria,
sino que también tardarán más tiempo en volver a encarrilar sus
economías.
Mientras
datos provisionales de la zona euro muestran una contracción económica
del 3,8 por ciento en el primer trimestre de 2020, la UE está
considerando la posibilidad de emitir deuda por parte de la Comisión
para recaudar más fondos que ayuden a los estados miembros a impulsar el
crecimiento en 2021-22.
Guntram
Wolff, del centro de investigación Bruegel, dijo que el endeudamiento
de la UE podría permitir a Bruselas plantear exigencias sobre cómo se
gasta el dinero después de que la Comisión también se viera presionada a
vincular los compromisos climáticos a los paquetes de ayuda estatal
para el coronavirus.
"Cuanto
más descentralizados sean estos planes, más consideraciones políticas
entran en juego —si y qué condiciones poner a las ayudas, si los Estados
deben tener acciones con derecho a voto, qué sectores deben recibir
ayuda— y mayor la amenaza para el mercado único", afirmó.
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