QUITO.- La fulminante propagación del coronavirus en la provincia de Guayas, cuya capital Guayaquil, una de las ciudades del mundo más castigadas por el coronavirus per cápita, ha creado una situación de abandono de cadáveres que las autoridades tratan de resolver.
El desbordamiento de la situación en Guayas (suroeste), donde han
muerto 60 personas de los 93 fallecidos por coronavirus en todo Ecuador,
ha llevado al Gobierno de Lenín Moreno a poner en marcha esta semana una Fuerza de Tarea Conjunta, y coordinar la recolección general de cadáveres.
Para Jorge Wated, jefe de esa Fuerza, en estos momentos la presencia de cadáveres en las viviendas “está relacionada con la poca capacidad que tienen las funerarias de la ciudad de dar sus servicios mortuorios en conexión con los camposantos de Guayaquil”.
A las funerarias desbordadas de trabajo, se sumaron otras, generalmente pequeñas, que se niegan a seguir los procesos por temor a contagios al desconocer la causa del fallecimiento.
Y a esto, se sumó la dificultad que conlleva el toque de queda,
por quince horas, a partir de las 14.00 hora local, en todo el país,
que complica los trámites de defunción, algo que intentan solucionar
ahora con la extensión de ciertos horarios de trabajo.
Por ello, con la nueva Fuerza de Tarea se busca facilitar la
realización de trámites, evitar que personas salgan a las calles y
entregar los documentos en el hogar en caso de que la gente desee
enterrar por cuenta propia a sus muertos.
Pero hay cuerpos que las familias han preferido que sean retirados
por las autoridades. Entre el lunes y martes “hemos sepultado
aproximadamente cincuenta personas”, aseguró Wated.
Y es que el dolor por las muertes en la provincia ecuatoriana del Guayas, donde el contagio de la COVID-19 es de los más altos del mundo
si se tiene en cuenta el número de población, se ha duplicado por la
imposibilidad de enterrar a muchas personas que han fallecido en sus
hogares, donde han permanecido durante días.
“¿Qué está pasando en el sistema de salud pública del país?.
No retiran a los muertos de las casas, los dejan en las veredas, caen
frente a hospitales, nadie los quiere ir a recoger”, alertaba
el fin de semana la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, desde el
aislamiento en su casa por ser una de las contagiadas de COVID-19.
Se hacía así eco de las denuncias ciudadanas que, a través de la
prensa y en redes sociales, clamaban para que las autoridades levanten
los cadáveres de los domicilios, mientras otros, envueltos en llanto,
ruegan que les entreguen los cuerpos de sus familiares fallecidos en
hospitales hace días.
El “retraso importante” en el levantamiento de los cadáveres provocó
que la gente se volcara a las redes sociales para rogar por ayuda,
algunos con vídeos que han resultado ser falsos.
“Los casos que nos reportan, sobre todo en redes sociales, nos han
informado eso, de que han estado cuatro días, cinco días esperando (para
el levantamiento de cadáveres)”, comentó Wated.
Y mencionó que recientemente circuló en redes sociales el vídeo del cuerpo de un anciano que murió “por muerte natural” y que la gente lo colocó en la calle.
“Cuando fuimos inmediatamente a ver el caso, lo que quería la familia
es que le entreguemos el certificado de defunción”, dijo al recordar
otro caso en el que personas quemaron llantas cerca de un ataúd colocado
en la calle para exigir que las autoridades se lleven el cuerpo para
enterrarlo.
El número de fallecimientos por coronavirus en Ecuador ascendió este
miércoles a 93, la mayor parte de ellos en la provincia costera de Guayas (60), que alberga más del 70% de los 2.748 casos confirmados del coronavirus.
Guayas ha mantenido, en tiempos normales, un alto número de
defunciones, pero la pandemia del coronavirus provocó un
“desbordamiento” en los procesos funerales, comentó Wated.
Algo que el Gobierno intenta solucionar con la ayuda de policías,
militares y otras instituciones, mientras el clamor ciudadano por ayuda
se sigue regando por las redes sociales.
Sólo en Guayaquil -la capital de la provincia del Guayas, y donde hay
un promedio de cuarenta fallecidos diarios por causa natural- se han recogido en la última semana unos 310 cadáveres, dijo el funcionario al aclarar que corresponden a fallecidos por distintas causas.
La provincia, con 3,6 millones de habitantes, acumula 1.615 de los 2.302 casos
de coronavirus en Ecuador, la mayor parte de ellos (1.116) concentrados
en la ciudad de Guayaquil, lo que la convierte per cápita en una de las
ciudades más castigadas del mundo por la pandemia.
Las autoridades intentan facilitar los procesos para evitar que la
gente salga de sus casas a hacer filas por trámites legales para los
entierros o las cremaciones.
Hay gente “que ha logrado sacar el documento, que ha logrado comprar
el cajón mortuorio, pero que no tienen un lugar dónde enterrar”, y en
ese caso, las autoridades pueden apoyar gratuitamente con un camposanto
ya establecido para darles un entierro “digno”, apuntó sobre una
iniciativa del presidente Lenín Moreno.
Con ella, el mandatario anulaba la idea inicial de crear una fosa común en la que enterrar a todos los fallecidos del coronavirus, porque le pareció poco digna.
El martes, las autoridades tenían unas 115 solicitudes pendientes de
retiro de cadáveres de domicilios, así como de emisión de certificados
de defunción, pero esperan más: “Obviamente en el día con día se van
sumando otros requerimientos”, anotó Wated.
“Estamos intentando salir de este desborde”, dijo al
comentar que es complicado saber las causas de las muertes en
domicilios pues no se están realizando autopsias ni hay aún pruebas
rápidas de COVID-19 en Ecuador.
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