WASHINGTON.- Las caídas de los precios
de la gasolina, los hoteles y los pasajes aéreos causaron un descenso
en la inflación estadounidense en marzo, informó el Departamento de
Trabajo este viernes.
Se trata de una nueva señal de cómo las
medidas de confinamiento tomadas para detener la propagación de la
COVID-19 trastornaron la economía. Unos 17 millones de personas
perdieron sus empleos en solo tres semanas por el cierre de empresas y
negocios.
En respuesta al avance de la pandemia, el Congreso aprobó
un gran paquete de ayuda de 2,2 billones de dólares, mientras que la
Reserva Federal anunció nuevos programas de crédito por otros billones
para aumentar la liquidez.
El índice de precios al consumidor
cayó un 0,4% en marzo, un poco más de lo esperado, marcando un cambio de
tendencia respecto a febrero, cuando subió un 0,1%.
La
disminución en los sectores previsiblemente afectados por las órdenes
del gobierno de quedarse en casa impulsó la caída del IPC.
Las tarifas aéreas se desplomaron 12,6%, la gasolina 10,5% y los alquileres un 6,8%.
El
índice de precios "básicos" para todos los artículos, excepto alimentos
y energía, cayó un 0,1%, mientras el índice de alimentos creció un
modesto 0,3%.
Respecto a marzo de 2019, el índice de precios subió sin embargo un 1,5%, menos que en febrero, cuando aumentó 2,3%.
"El
impulso deflacionario, junto con la gran interrupción en la actividad
del mercado económico y financiero, es una razón clave por la cual la
Reserva Federal lanzó un vasto estímulo de política monetaria", analizó
Oxford Economics.
El virus afectó la recopilación de datos de la
encuesta, ante el cierre de empresas y las dificultades de los
funcionarios del Departamento de Trabajo para comunicarse personalmente
con los encuestados.
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