ABU DHABI.- Los Emiratos Árabes
Unidos anunciaron este lunes que han dado luz verde a la explotación de
la central nuclear de Barakah, la primera del mundo árabe, aunque no
precisaron la fecha para su puesta en servicio, que ha sido atrasada
varias veces.
"La Autoridad Federal de Regulación Nuclear (FANR)
aprobó la entrega de la licencia de explotación del reactor 1 de la
central a la empresa Nawah", anunció el lunes el representante
permanente de este país petrolero del Golfo ante la Agencia
Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Su puesta en marcha tendrá lugar en un "futuro próximo", agregó.
Nawah
Energy Company, fundada en 2016, explotará y se encargará del
mantenimiento de los cuatro reactores de la central de Barakah, en el
noroeste del país, según la página web de la empresa.
"Es una
nueva etapa en nuestro camino hacia el desarrollo de la energía nuclear
pacífica", dijo en Twitter Mohammed bin Zayed, príncipe heredero de Abu
Dabi.
"Nuestros esfuerzos
siguen para prepararnos para los próximos 50 años y garantizar las
necesidades energéticas del país", agregó el hombre fuerte de Emiratos.
La
instalación fue construida por un consorcio liderado por Emirates
Nuclear Energy Corporation (ENEC) y el coreano Korea Electric Power
Corporation (KEPCO), por un coste estimado de 24.400 millones de dólares
(22.500 millones de euros).
El primero de los cuatro reactores iba a entrar en
servicio a finales de 2017, pero se ha ido posponiendo para cumplir las
condiciones de seguridad.
"Se
trata de un momento histórico para Emiratos Árabes Unidos (...) y corona
los esfuerzos de 12 años de construcción", se congratuló Alkaabi.
"Después
de la concesión de la licencia de explotación del primer reactor, el
operador Nawah empezará su puesta en servicio para preparar su
explotación comercial", precisó.
Cuando estén totalmente
operativos, los cuatro reactores tendrán una capacidad para producir
5.600 megavatios de electricidad, cerca del 25% de las necesidades de
Emiratos Árabes Unidos, un país rico en petróleo.
El Estado federal
compuesto por siete emiratos cuenta con una población de 9,3 millones de
habitantes, de ellos aproximadamente el 80% son expatriados.
Las necesidades energéticas son crecientes, debido a la utilización sistemática del aire acondicionado.
ENEC, una empresa pública, anunció en diciembre que la
carga de combustible nuclear en el reactor debería realizarse en el
primer trimestre de 2020.
Los
responsables emiratíes insisten en el carácter "pacífico" de su programa
nuclear y aseguran que no contiene ningún fin militar, en un contexto
de tensiones regionales crecientes.
"Los Emiratos siguen apegados a
las normas más altas de seguridad y de no proliferación nucleares así
como a una cooperación sólida y continua con la AIEA y con los socios
nacionales e internacionales", subrayó Hamad Alkaabi.
El país ha
recibido más de 40 misiones internacionales e inspecciones de la AIEA y
de la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO)
desde 2010.
Sin embargo, Catar ve en la central nuclear una "amenaza para la paz regional".
Las
relaciones de Abu Dabi con su vecino, al igual que varios de sus
aliados, como Arabia Saudita, no son muy buenas. De hecho, rompió
relaciones oficiales en junio de 2017.
Abu Dabi, al igual que Riad, mantiene también relaciones tensas con Teherán.
La central nuclear está situada en la costa noroeste del país, separada de Irán por las aguas del Golfo.
Gran
aliado de Emiratos, Estados Unidos lleva a cabo una política de "máxima
presión" contra Irán, acusado desde hace varios meses de agitar la
región atacando en particular petroleros en las aguas del Golfo.
Riad
y Washington también acusan a Irán, que lo desmiente, de ser
responsable de los ataques de septiembre de 2019 contra instalaciones
del gigante petrolero saudita Aramco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario