OTTAWA.- El
primer ministro canadiense, Justin Trudeau, demandó este viernes el fin
de las protestas indígenas que bloquean desde hace dos semanas el
tráfico ferroviario en el país, pero su petición fue rechazada de forma
casi inmediata por líderes indígenas.
Trudeau
compareció en Ottawa ante los medios de comunicación acompañado por
algunos de sus principales ministros y demandó a los líderes indígenas
que terminen los bloqueos que se multiplican en todo Canadá, en
solidaridad con los aborígenes wet'suwet'en, que se oponen a la
construcción de un gasoducto en su territorio.
"Los
canadienses han sido pacientes, nuestro Gobierno ha sido paciente. Pero
ya han pasado dos semanas y las barricadas tienen que ser eliminadas",
afirmó con rostro serio el primer ministro canadiense.
Al
mismo tiempo, Trudeau se negó a señalar de forma explícita si estaba
solicitando a las fuerzas de seguridad que intervengan y fuercen la
retirada de los bloqueos, que han impedido el tráfico de mercancías y
pasajeros desde hace ya dos semanas.
"Las
órdenes judiciales tienen que ser obedecidas y la ley tiene que se
respetada. Los canadienses que están sintiendo el impacto de estos
bloqueos están perdiendo la paciencia", declaró Trudeau.
Poco
después, el jefe Woos, uno de los dirigentes hereditarios de los
wet'suwet'en, contestó al primer ministro que los bloqueos continuarán
mientras la Policía Montada canadiense permanezca en su territorio y la
construcción del gasoducto siga en marcha.
Woos
se reunió este viernes con los indígenas mohawk de Tyendinaga, que
desde hace dos semanas bloquean el principal corredor ferroviario de
Canadá, lo que ha provocado la suspensión del servicio ferroviario en la
mitad oriental del país.
Los
mohawk también respondieron a las palabras de Trudeau y dijeron que
continuarán bloqueando las vías férreas que pasan por su territorio
mientras la Policía Montada esté en zona de los wet'suwet'en.
Los
jefes hereditarios de los wet'suwet'en se oponen a la construcción a
través de su territorio, en la provincia de Columbia Británica, del
gasoducto Coastal GasLink, un proyecto de 670 kilómetros de longitud con
una inversión de 6.000 millones de dólares canadienses (4.500 millones
de dólares estadounidenses).
Desde
hace semanas, los wet'suwet'en y sus partidarios han impedido la
entrada en su territorio de trabajadores que tienen que construir el
gasoducto. El bloqueo de los wet'suwet'en provocó la intervención de la
Policía Montada, que arrestó a varios de los manifestantes.
Los
arrestos generaron una oleada de solidaridad en todo el país por parte
de otros grupos indígenas que empezaron a bloquear carreteras y vías
férreas en apoyo de los wet'suwet'en.
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