BUENOS AIRES.- Argentina, sumida en la
recesión desde mediados de 2018, registró una nueva contracción de su
actividad económica, de 2,1% en 2019, informó este viernes el estatal
Instituto de Estadísticas, cuando el país busca renegociar su pesada
deuda con acreedores privados.
Argentina, tercera economía de
América Latina, enfrenta una dura crisis con caída de la actividad, alta
inflación de 53,8% el año pasado y aumento de la pobreza y el
desempleo.
La contracción del PIB en diciembre fue de 0,3% en
relación a igual mes del año pasado. En ese mes los sectores con peor
desempeño fueron los de intermediación financiera (-9,8%) y la
construcción (-8%), en comparación con el mismo mes de 2018. Agricultura
y ganadería anotó -0,1%. En cambio, la pesca creció 13,5%.
En
2018, la caída del Producto Interno Bruto de Argentina fue de 2,5%. En
2017 había registrado un aumento de 2,6% y en 2016 una contracción de
2%.
La proyección del Fondo Monetario Internacional para 2020 es de una caída del PIB de 1,3%.
El
país ha mejorado sin embargo su indicador de déficit fiscal, que pasó
de 6,8% del PIB en 2015 a 0,4% en 2019, pero ahora, sin posibilidades de
pagar su abultada deuda con ahorro propio, deberá renegociar con sus
acreedores.
Argentina busca
renegociar su deuda por unos 195.000 millones de dólares (equivalente a
57% del PIB) que mantiene con bonistas privados y con organismos
bilaterales y multilaterales.
El gobierno del presidente de
centro-izquierda Alberto Fernández ha insistido en que Argentina no
podrá pagar su deuda hasta que la economía retome la senda del
crecimiento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó esta
semana que la deuda del país sudamericano, que declaró default por
última vez en 2001, "no es sostenible", y pidió colaboración a los
acreedores para una renegociación.
Argentina suscribió con el FMI
en 2018, durante el gobierno del liberal Mauricio Macri (2015-2019), un
acuerdo stand by por 57.000 millones de dólares, de los cuales ha
recibido 44.000, para hacer frente a una crisis que golpeó a su moneda.
Fernández rechazó los tramos pendientes de ese préstamo.
Entre
sus primeras medidas, el mandatario que asumió en diciembre congeló las
tarifas de los servicios públicos, en un intento por contener la
inflación, una de las más elevadas del mundo. También creó subsidios
para atacar la pobreza, que alcanzó a 35,4% de la población en el primer
semestre de 2019, según cifras oficiales, y a cerca de 40% al cierre
del año, según proyecciones privadas.
El gobierno también
endureció un férreo control de cambio y de capitales para contener la
salida de divisas que impulsa el precio del dólar. También aumentó
impuestos a sectores socioeconómicos medios y altos.
La moneda local se depreció 38% en 2019.
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