jueves, 20 de febrero de 2020

Los líderes europeos buscan un acuerdo de mínimos para un presupuesto

BRUSELAS.- Los líderes de la Unión Europea han iniciado una fase de contactos bilaterales después de haber quedado patente el rechazo mayoritario a la última propuesta del presupuesto comunitario elaborado por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

El exprimer ministro belga ha disuelto la reunión de jefes de Estado y de Gobierno después de que cada uno de ellos interviniera para dejar clara su postura sobre el borrador al resto de líderes. Los discursos de cada uno de ellos han sido muy estructurados, precisos y centrados en cuestiones “domésticas”, según han informado fuentes comunitarias
Se abre de esta forma un periodo de duración desconocida en la que Michel se irá reuniendo con cada uno de los líderes de la UE durante aproximadamente media hora. El orden de las reuniones viene determinado por las próximas presidencias de turno de la UE, de modo que comenzará Croacia y seguirán Alemania, Portugal y Eslovenia, por ejemplo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá con el presidente del Consejo Europeo en octavo lugar.
Como ya hiciera poco antes de comenzar la cumbre extraordinaria, el grupo formado por Dinamarca, Suecia, Austria y Países Bajos, que mantienen una firme posición en contra de elevar el presupuesto de la UE y a favor de recortar los fondos agrícolas y regionales, tiene la intención entrar juntos a la reunión con Michel.
Una vez Michel haya escuchado una vez más las pretensiones de cada una de las capitales, valorará cuáles serán los siguientes pasos en esta negociación, que podrían pasar por una nuevo proyecto de presupuesto, la reanudación de las negociaciones a Veintisiete e incluso la convocatoria “Todas las opciones están abiertas”, han expresado fuentes de su equipo.
La división entre los jefes de Estado y de Gobierno a la cumbre ha quedado patente en sus declaraciones al llegar a la cumbre, en la que los países que más aportan al presupuesto comunitario ha rechazado cualquier incremento de sus aportaciones nacionales y han apostado por reducir las partidas de la Política Agrícola Común (PAC) y la Política de Cohesión. En la situación contraria se sitúa España, que cuenta con el apoyo de Francia en la defensa de los fondos agrícolas y con el de muchos países del sur y del este del bloque a favor de una dotación sólida de los fondos regionales.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que será “muy difícil” encontrar un acuerdo y que Italia aboga por ser “muy ambiciosos” para responder a los “grandes desafíos” que afronta Europa en empleo, crecimiento, medio ambiente o digitalización, lo que requiere “recursos financieros adecuados”. Conte, cuyo país se inscribe entre los defensores de las políticas agrarias y de cohesión, consideró que “hay que cambiar muchas cosas” de la propuesta de Michel y destacó que están en contra de los reembolsos que reciben Holanda, Alemania, Austria, Dinamarca y Suecia.
También la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, se declaró en contra de estas devoluciones y añadió que la propuesta de Michel ha ido “en la dirección equivocada” y agregó que para su país el nivel total del presupuesto sigue siendo “un poco demasiado alto”.
La Política Agraria Común tendrá igualmente un espacio destacado en esta cumbre y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, uno de sus grandes defensores, advirtió de que la actual propuesta sobre la mesa no es satisfactoria aún para su país. “La posición de Francia sobre este presupuesto consistirá, primero, en luchar para tener una Política Agraria Común a la altura de nuestras ambiciones”, declaró el mandatario a su llegada a la cumbre.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, consideró que la propuesta de Charles Michel es un “buen comienzo” para la negociación, y destacó que contempla fondos para partidas a su juicio claves, como el Nuevo Acuerdo Verde, la digitalización y el Fondo de Transición Justa. “Si Europa quiere prosperar debe invertir en futuro”, afirmó.
Menos convencidos de una mayor ambición en la dotación de las partidas se mostraron los líderes de Alemania, Angela Merkel, o Suecia, Stefan Löfven, para los que incluso la propuesta de Michel es demasiado elevada.
Merkel afirmó que Alemania “no está contenta” con el plan, que a su juicio exige demasiado a los contribuyentes netos, y recordó que su país tiene regiones con niveles económicos muy distintos y, en el este del país, los estados federados de la antigua República Democrática (RDA) necesitan también apoyo financiero comunitario.
“Nos parece bien ser contribuyentes netos, pero no podemos aceptar un incremento dramático de nuestras aportaciones, eso está fuera de la cuestión”, recalcó por su parte el primer ministro sueco.
La primera ministra en funciones de Bélgica, Sophie Wilmès, dijo que su país está “listo para contribuir más, pero de forma equilibrada, en función de las políticas sobre la mesa”.

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