BRUSELAS.- Los líderes de la Unión Europea han iniciado una fase de contactos
bilaterales después de haber quedado patente el rechazo mayoritario a la
última propuesta del presupuesto comunitario elaborado por el
presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El exprimer ministro belga ha disuelto la reunión de jefes de Estado y
de Gobierno después de que cada uno de ellos interviniera para dejar
clara su postura sobre el borrador al resto de líderes. Los discursos de
cada uno de ellos han sido muy estructurados, precisos y centrados en
cuestiones “domésticas”, según han informado fuentes comunitarias
Se abre de esta forma un periodo de duración desconocida en la que
Michel se irá reuniendo con cada uno de los líderes de la UE durante
aproximadamente media hora. El orden de las reuniones viene determinado
por las próximas presidencias de turno de la UE, de modo que comenzará
Croacia y seguirán Alemania, Portugal y Eslovenia, por ejemplo. El
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá con el presidente del
Consejo Europeo en octavo lugar.
Como ya hiciera poco antes de comenzar la cumbre extraordinaria, el
grupo formado por Dinamarca, Suecia, Austria y Países Bajos, que
mantienen una firme posición en contra de elevar el presupuesto de la UE
y a favor de recortar los fondos agrícolas y regionales, tiene la
intención entrar juntos a la reunión con Michel.
Una vez Michel haya escuchado una vez más las pretensiones de cada
una de las capitales, valorará cuáles serán los siguientes pasos en esta
negociación, que podrían pasar por una nuevo proyecto de presupuesto,
la reanudación de las negociaciones a Veintisiete e incluso la
convocatoria “Todas las opciones están abiertas”, han expresado fuentes
de su equipo.
La división entre los jefes de Estado y de Gobierno a la cumbre ha
quedado patente en sus declaraciones al llegar a la cumbre, en la que
los países que más aportan al presupuesto comunitario ha rechazado
cualquier incremento de sus aportaciones nacionales y han apostado por
reducir las partidas de la Política Agrícola Común (PAC) y la Política
de Cohesión. En la situación contraria se sitúa España, que cuenta con
el apoyo de Francia en la defensa de los fondos agrícolas y con el de
muchos países del sur y del este del bloque a favor de una dotación
sólida de los fondos regionales.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que será “muy
difícil” encontrar un acuerdo y que Italia aboga por ser “muy
ambiciosos” para responder a los “grandes desafíos” que afronta Europa
en empleo, crecimiento, medio ambiente o digitalización, lo que requiere
“recursos financieros adecuados”. Conte, cuyo país se inscribe entre
los defensores de las políticas agrarias y de cohesión, consideró que
“hay que cambiar muchas cosas” de la propuesta de Michel y destacó que
están en contra de los reembolsos que reciben Holanda, Alemania,
Austria, Dinamarca y Suecia.
También la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, se declaró en
contra de estas devoluciones y añadió que la propuesta de Michel ha ido
“en la dirección equivocada” y agregó que para su país el nivel total
del presupuesto sigue siendo “un poco demasiado alto”.
La Política Agraria Común tendrá igualmente un espacio destacado en
esta cumbre y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, uno de sus
grandes defensores, advirtió de que la actual propuesta sobre la mesa no
es satisfactoria aún para su país. “La posición de Francia sobre este
presupuesto consistirá, primero, en luchar para tener una Política
Agraria Común a la altura de nuestras ambiciones”, declaró el mandatario
a su llegada a la cumbre.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der
Leyen, consideró que la propuesta de Charles Michel es un “buen
comienzo” para la negociación, y destacó que contempla fondos para
partidas a su juicio claves, como el Nuevo Acuerdo Verde, la
digitalización y el Fondo de Transición Justa. “Si Europa quiere
prosperar debe invertir en futuro”, afirmó.
Menos convencidos de una mayor ambición en la dotación de las
partidas se mostraron los líderes de Alemania, Angela Merkel, o Suecia,
Stefan Löfven, para los que incluso la propuesta de Michel es demasiado
elevada.
Merkel afirmó que Alemania “no está contenta” con el plan, que a su
juicio exige demasiado a los contribuyentes netos, y recordó que su país
tiene regiones con niveles económicos muy distintos y, en el este del
país, los estados federados de la antigua República Democrática (RDA)
necesitan también apoyo financiero comunitario.
“Nos parece bien ser contribuyentes netos, pero no podemos aceptar un
incremento dramático de nuestras aportaciones, eso está fuera de la
cuestión”, recalcó por su parte el primer ministro sueco.
La primera ministra en funciones de Bélgica, Sophie Wilmès, dijo que
su país está “listo para contribuir más, pero de forma equilibrada, en
función de las políticas sobre la mesa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario