BRUSELAS.- Los líderes de la Unión Europea iniciaron el jueves las negociaciones
por el presupuesto para el período 2021-2027 de la UE, que deberá llenar
un hueco de 75.000 millones de euros (81.000 millones de dólares)
dejado por la partida de Reino Unido, justo cuando se enfrentan a
costosos desafíos como el de alcanzar la neutralidad en emisiones de
dióxido de carbono en 2050.
El presupuesto es la expresión más tangible de las áreas clave en las
que los miembros de la UE centrarán sus esfuerzos durante los próximos
siete años y de su voluntad de dar un paso adelante, sin embargo, las
divisiones eran evidentes incluso antes de que comenzara la ronda de
negociaciones de dos días de duración.
El bloque de los 27
Estados miembros quiere gastar más en clima, migración, digitalización y
seguridad, pero los contribuyentes netos se niegan a pagar más, y los
beneficiarios quieren conservar el apoyo que reciben en agricultura y
desarrollo.
“Espero que hagamos progresos considerables... Es una
tarea complicada y ciertamente hay que superar grandes diferencias”,
dijo la canciller alemana Angela Merkel a los periodistas al encaminarse
hacia las negociaciones.
El punto de partida de las negociaciones será el 1,074% del producto nacional bruto (PNB) del bloque, o 1,09 billones de euros.
Aunque
es sólo una fracción de los presupuestos nacionales de los Estados
miembros, algunos lo consideran demasiado y otros muy poco, lo que hace
más probable que los líderes se acerquen a un compromiso intermedio en
los próximos dos días en lugar de cerrar un acuerdo completo.
“Sería
inaceptable que Europa compensara la salida de los británicos
reduciendo sus propios recursos”, dijo el presidente francés Emmanuel
Macron. “Me tomaré el tiempo necesario para llegar a un acuerdo
ambicioso. Esto podría tomar varias horas, varias noches, varios días.”
Las
conversaciones exponen las diferentes prioridades de los países del
norte y del sur, del este y del oeste, y de las economías más
desarrolladas y menos avanzadas.
“Un tercio (del presupuesto) se
sigue destinando a la agricultura, un tercio para la cohesión. No puedo
suscribir esta propuesta. La propuesta simplemente no es buena”, dijo el
primer ministro holandés Mark Rutte, cuyo país es uno de los
contribuyentes netos que quieren limitar el tamaño global del
presupuesto al 1,0% del PIB.
Para enfatizar que su posición es
firme, Rutte dijo que traía una biografía del compositor Frederic Chopin
que planeaba leer en la cumbre ya que no tenía nada que negociar.
Pero aquellos que quieren preservar el status quo fueron igualmente inflexibles.
“Las
nuevas áreas de gasto, como la investigación o la migración, la defensa
o la innovación son áreas políticas importantes, pero no pueden ser a
expensas de la cohesión y la política agrícola común”, dijo el primer
ministro polaco Mateusz Morawiecki.
El
presupuesto de la UE recibe dinero de los aranceles aduaneros sobre los
bienes que entran en su mercado único, una parte del IVA, de las multas
antimonopolio impuestas por la UE a las empresas y de las
contribuciones nacionales.
En contrapartida, invierte dinero en
subvenciones para los agricultores de la UE, en la equiparación de los
niveles de vida en todo el bloque, en la gestión de las fronteras, en
investigación, en seguridad y en diversos programas de ayuda a entidades
no pertenecientes a la UE.
Algunos de los contribuyentes netos
(como los “cuatro austeros”: Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca)
quieren limitar el presupuesto al 1,00% del PNB. Alemania, el mayor
contribuyente, está dispuesta a aceptar un poco más, pero el 1,07% es
demasiado alto para Berlín.
La Comisión Europea ha propuesto un 1,1% y el Parlamento Europeo, que votará el presupuesto, quiere un 1,3%.
“Está
muy claro que los estados miembros tiene posiciones muy alejadas. Nos
parece bien ser contribuyentes netos, pero no podemos aceptar un aumento
drástico en nuestras tarifas - eso está fuera de discusión”, dijo el
primer ministro sueco Stefan Lofven a los periodistas.
Para
ayudar a llenar el vacío económico del Brexit, la Comisión también ha
propuesto la eliminación de los descuentos en las contribuciones
presupuestarias que muchos de los contribuyentes netos disfrutan ahora.
Pero los contribuyentes netos se niegan a aceptar el fin de los
beneficios.
La UE también está considerando otras fuentes de ingresos, con los
líderes están divididos ante un impuesto sobre los residuos plásticos o
el reparto de los beneficios por el comercio de las emisiones de CO2.
Los
representantes advierten que de no alcanzarse un acuerdo para finales
de año, el bloque tendrá que congelar la mayoría de sus proyectos a
partir de 2021.
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