NUEVA YORK.- A
medida que los precios del oro suben, las mineras han estado aumentando
los pagos a sus accionistas de cara a una disminución en la producción
global. Eso preocupa a algunos inversores, ansiosos por las perspectivas
de crecimiento a largo plazo de una industria basada en un recurso que
se agota.
El
valor del oro, un producto básico de refugio, es impulsado más por la
economía global que por la oferta y la demanda. Ahora se ha elevado a
US$1.700 la onza por temor a que el coronavirus perjudique el
crecimiento.
Cualquier evento inesperado, desde una cura sorprendente
para el virus hasta un acuerdo comercial positivo, podría reducir
significativamente el valor. Los precios altos ponen más chatarra de oro
en el mercado, los bajos aumentan el acaparamiento y, si la producción
minera permanece estática, también deberían hacerlo las ganancias.
Cada
vez más, los inversores se dividen entre su deseo de mayores dividendos
a corto plazo y la necesidad de asegurar la estabilidad de la empresa a
largo plazo. Encontrar el “mejor de ambos mundos” en la asignación de
la creciente pila de efectivo es clave para el futuro de la industria,
según Josh Wolfson, analista en RBC Capital Markets.
“Las
mineras en general están expuestas a factores externos importantes que
están fuera de su control”, asegura Simon Jaeger, gerente de cartera en
Flossbach von Storch AG, uno de los 10 inversores principales es Newmont
Corp. y Barrick Gold Corp.
“Ciertamente es una razón para no pagar
demasiado en dividendos”, dice. “Quisieran tener un respaldo de efectivo
en su balance para ser financieramente flexibles cuando los precios
empeoren”.
Los
precios del oro se encuentran actualmente en un máximo de siete años, a
medida que aumenta la preocupación de que el brote de coronavirus en
Asia descarrile el crecimiento mundial. En una señal de que el virus ya
está empezando a afectar la economía más grande del mundo, la actividad
comercial en Estados Unidos se redujo en febrero por primera vez desde
2013.
El lunes, el oro al contado subió 2,3% a US$1.680,38 la onza a las 7:25 am en Nueva York.
Los
productores de oro están “derrochando efectivo”, asegura John Hathaway,
gerente sénior de cartera en Sprott Asset Management, en apoyo a los
mayores dividendos. “Están en condiciones de aumentar sus dividendos”,
asegura.
“Y habrá presión en la sala de juntas y presión de los
accionistas para hacerlo”.
La
industria ha sido criticada en el pasado por gastar menos en
producción, gastar más en adquisiciones y acumular deuda. Ahora, sin
embargo, después de años de reducción de grasa, las mineras y sus
inversores están bien posicionados para beneficiarse de los precios más
altos. Eso ha permitido a compañías como Barrick y Newmont impulsar el
flujo de caja libre y, en diversos grados, recompensar a los
accionistas.
A
principios de este mes, sin embargo, Mark Bristow, el director
ejecutivo de Barrick, envió un disparo de advertencia a la proa de la
industria. Incluso si todos los proyectos actuales funcionan, dijo, el
suministro de oro seguirá cayendo 30% globalmente para 2029.
Si bien el
hundimiento de la oferta sería alcista para los precios de los lingotes,
los márgenes y los ingresos podrían verse afectados si las empresas se
ven obligadas a extraer depósitos de menor grado o de difícil acceso.
La división entre impulsar ganancias o una nueva producción se ha concentrado más este año.
Agnico
Eagle Mines Ltd. ofrece un caso en el que se aprecia cuán de cerca los
inversores están observando el tema. A pesar de aumentar sus dividendos
en un 14% y pronosticar un aumento de la producción hasta 2022, las
acciones de Agnico fueron castigadas después de que recortara su
orientación de producción para 2020 a principios de este mes.
En una
entrevista después de los resultados, el director ejecutivo Sean Boyd
argumentó que los aumentos de dividendos son importantes, no solo como
una forma de compartir los beneficios de los precios más altos del oro,
sino también porque demuestra la capacidad de una empresa para mantener
la disciplina de capital.
El
éxito en el cambiante panorama de los accionistas “estará en que las
mejores empresas de extracción de oro puedan atraer nuevo dinero
generalista”, dijo Boyd por teléfono.
‘Pozo sin fondo’
Steve
Land, gestor de cartera para el Franklin Gold and Precious Metals Fund,
cree que el próximo paso para las mineras es demostrar que el sector
“no es solo este pozo sin fondo en el que se tiene que invertir cada vez
más dinero todo el tiempo”.
La tendencia hacia mayores dividendos es
una forma de reconstruir la confianza, según Land. Estas compañías
también pueden tomarse el tiempo para evaluar proyectos futuros, dijo,
pero no deben tener prisa por impulsar las cosas.
Mientras tanto, Newmont parece estar tratando de cumplir con el escenario de “lo mejor de ambos mundos”.
En
enero, Newmont dijo que planeaba aumentar su dividendo en un 79% a US$1
por acción anualmente, efectivo en abril, mientras se mantiene la
producción durante los próximos cinco años. El jueves, su directora
financiera, Nancy Buese, dijo que la minera estadounidense estaba
considerando “otras acciones amigables para los accionistas”.
Una consideración clave “será determinar nuestro nivel apropiado de dividendos sobre una base sostenible y a futuro”, dijo.
Mientras
tanto, Barrick anunció un aumento de dividendos de 40% a 7 centavos por
acción a principios de este mes. A medida que vende activos y aborda su
deuda, la minera canadiense espera atraer inversionistas generalistas a
sus acciones. No obstante, también ha bajado su orientación de
producción a cinco años y está reevaluando su combinación de cartera.
En
general, parece que la estrategia de altos dividendos está ayudando a
elevar las acciones de oro. Un índice de Bloomberg Intelligence de los
principales productores de oro estuvo por detrás del desempeño de los
futuros de oro durante la mayor parte de la última década. Sin embargo,
en los últimos 12 meses, el grupo de oro está disparado, con un aumento
de 57%, en comparación con 24% para el oro.
“Si
una empresa tiene oportunidades productivas genuinas para invertir
capital en su negocio con un alto rendimiento, eso siempre será
preferible a pagar un dividendo”, dijo Wolfson de RBC por teléfono.
“Pero creo que las empresas que pueden demostrar una disciplina general
al asignar capital de manera efectiva, además de pagar el flujo de
efectivo a los accionistas, finalmente lograrán lo mejor de ambos
mundos”.
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