SAO PAULO.- Casi
600 personas marcharon este martes por las calles de Sao Paulo, la
mayor ciudad de Brasil, contra el aumento del precio del transporte
público, inspirados esta vez en las manifestaciones de Chile que
derivaron en un estallido social.
La
protesta, convocada por el Movimiento Passe Livre, partió de la sede
del Ayuntamiento de Sao Paulo y de forma pacífica siguió hasta la
Avenida Paulista, en el corazón financiero de la ciudad, bajo un fuerte
dispositivo policial compuesto por unos 800 agentes.
Esta
es la primera concentración de 2020 contra el aumento de las tarifas de
metro, autobús y tren de Sao Paulo, un acto reivindicativo que se viene
repitiendo en la capital paulista los últimos años, aunque ha perdido
fuerza paulatinamente.
Con
carteles como "Fuego a los torniquetes" o "hagamos como los chilenos",
los manifestantes expresaron en esta edición su deseo de que el acto de
este martes sea la "chispa" para indignación mayor contra no solo la
subida del transporte, sino también contra la política de corte liberal
del Gobierno de Jair Bolsonaro.
"Para
nosotros, en Brasil, la juventud chilena es una inspiración porque es
una juventud que históricamente se movilizó mucho contra el
neoliberalismo" y "el año pasado dieron una lección de movilización para
toda Latinoamérica", afirmó Bruno Carvalho, de 24 años,
estudiante de la Universidad de Sao Paulo.
Talles
Almeida, también estudiante universitario, califica igualmente el
movimiento chileno de "inspirador", aunque reconoce que, "infelizmente",
está lejos de que suceda lo mismo en Brasil en el corto plazo.
El
estallido social en Chile, que se prolonga desde finales de octubre de
2019, comenzó como una protesta contra el aumento del precio del
transporte y derivó en un clamor nacional al que se unieron otro tipo
reivindicaciones sociales.
En
Sao Paulo, el Movimiento Passe Livre denunció la subida de diez
centavos de real (2,5 centavos de dólar) del billete sencillo de
transporte, que desde el 1 de enero cuesta 4,40 reales (1,1 dólares), lo
que supone un aumento del 2,32 %.
Lara
Barros, de 17 años, dijo a Efe que los trabajadores comunes "no tienen
condiciones" de asumir esa subida, en un momento delicado del país, con
una tasa de desempleo que se mantiene por encima de los dos dígitos
(11,2 % o casi 12 millones de personas), y criticó también la
eliminación de algunas líneas de transporte público.
La
Secretaría de Transportes de Sao Paulo defendió en una nota que el
reajuste está por debajo de la inflación del país, que actualmente se
sitúa en el 3,27 %.
Por
su parte, la Alcaldía de Sao Paulo alegó que desde principios de 2017
se ha llevado a cabo una renovación de la flota con más de 4.8000
autobuses nuevos, lo que supone casi el 35 % del total.
En
junio de 2013, el Movimiento Passe livre también fue el principal
impulsor de las protestas en Sao Paulo por la subida del valor de los
billetes de transporte público cuando entonces costaban 3,00 reales (hoy
0,75 dólares), pero subió a 3,20 reales (0,80 dólares).
Estas
protestas se extendieron por el resto del país y dieron lugar a una ola
de reivindicaciones, como mayores inversiones en la salud y educación
pública, y críticas a los elevados gastos del Gobierno para organizar
eventos como el Mundial de fútbol de 2014.
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