miércoles, 29 de enero de 2020

"Australia aún sigue debatiendo si el cambio climático es real", dice el profesor Christopher Dickman

SIDNEY.- A las imágenes de koalas y canguros heridos siguió un número con nueve ceros que hizo entender al mundo la magnitud y la trascendencia de los incendios que asolan Australia. 1.000.000.000 de mamíferos, reptiles y pájaros pueden haber muerto en estos incendios.

Christopher Dickman, profesor de ecología de Universidad de Sidney, Australia, es el autor de esa primera estimación. Rápidamente ocupó los titulares de toda la prensa internacional y viró la atención hacia ese país que a casi todos les queda demasiado lejos. 
Seguramente porque Australia cuenta con 800 especies protegidas y una biodiversidad única - 244 especies, según la Universidad de Sidney, no existen en ningún otro país-.
Bien pues esa cifra, recalca Dickman, es conservadora. 
Únicamente se fijó en dos estados: Nueva Gales del Sur -el más devastado- y Victoria. "Si añadiéramos las áreas quemadas en Queensland -donde empezaron los incendios-el sur y el oeste de Australia, probablemente la cifra superaría los mil millones. Y si añadiéramos el resto de animales... peces, murciélagos, ranas... y las especies vegetales... hablaríamos de cientos de miles de millones", amplia Dickman.
Se trata de un episodio de incendios sin precedentes por tres razones: Nunca antes se había quemado tanto territorio (10 millones de hectáreas aproximadamente), ni habían experimentado tantos fuegos simultáneos, ni se habían enfrentado a una temporada tan larga (suele empezar en enero y en 2019 lo hizo en torno a septiembre).
"El 25% de la población de koalas podría haber desaparecido en estos incendios, lo que quiere decir que el 75% por ciento sobrevivirá. Así que como tal, esta especie no se extinguirá por estos fuegos. Pero hay otros animales del bosque que sí están en peligro de extinción por el impacto de estos incendios aunque sean menos conocidos", sostiene  Dickman.
En 2008 un estudio independiente del economista Ross Garnaut ya predijo: "los incendios empezarán antes, acabarán más tarde y serán más intensos".
Para Dickman no hay duda de su origen: "el cambio climático es el conductor fundamental de estos incendios y podría repetirse de nuevo la combinación de sequía y altas temperaturas que ha contribuido a desencadenarlos ".
"Como australiano y científico, me siento avergonzado de decir que en el país aún hay debate sobre si el cambio climático es real, si está ocurriendo. Sin embargo, no hay debate en la comunidad científica, el cambio climático es un hecho. Parece increíble que aún se produzca este debate".
El profesor Dickman lo explica así: "Deben estar viéndonos como el primer país en sufrir los efectos dramáticos del cambio climático. El primero de la lista".

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