LA PAZ.- Bolivia
ha consumido su fondo de reservas internacionales hasta tal punto que
ya no tiene suficientes dólares para defender el tipo de cambio fijo de
la nación, según Fitch Ratings. En
noviembre, Fitch rebajó el país andino a B+, cuatro niveles por debajo
del grado de inversión, citando la disminución de las reservas del banco
central y la agitación política tras la destitución del presidente Evo
Morales.
El
banco ha intervenido para mantener la moneda estable cerca de 7 por
dólar en la última década. Desde que los precios cayeron para las
exportaciones de gas natural de Bolivia hace cinco años, ha estado
apoyando su moneda al quemar reservas a un ritmo que Fitch dice que no
es sostenible: desde 2014, han caído a la mitad a menos de 8.000
millones de dólares.
“Las
políticas fiscales, monetarias y crediticias de Bolivia han sido
altamente estimulantes, y el resultado final de todo esto ha sido una
reducción muy rápida de las reservas internacionales en los últimos
años”, dijo Todd Martínez, analista de Fitch, en una entrevista
telefónica desde Nueva York.
“Ahora ya no pensamos que Bolivia tiene
suficiente fondo de reserva para soportar un tipo de cambio fijo en un
contexto de dependencia de productos básicos”.
Bolivia
disfrutó de una de las tasas de crecimiento más fuertes de América
Latina durante la presidencia de Morales entre 2006 y 2019, impulsada
inicialmente por los crecientes ingresos de las exportaciones de gas
natural.
Cuando los precios del gas cayeron en 2015, el Gobierno aumentó
el gasto público para apoyar la economía, convirtiendo los superávits
fiscales y de cuenta corriente en profundos déficits.
Los
bolivianos votan por el próximo presidente en mayo, con una probable
segunda vuelta en junio. Una encuesta reciente muestra que es probable
que el partido socialista MAS de Morales se enfrente a un candidato
conservador proestadounidense en la segunda ronda.
Quien
gane tendrá que implementar un difícil ajuste ya que el sector de gas
de Bolivia se ve afectado por un “triple golpe” de precios más bajos,
caídas en la producción debido a la baja inversión y la caída de la
demanda de Brasil, dijo Martínez.
El banco central y la presidencia no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
Fitch
espera que la economía de Bolivia se expanda solo 1% este año, que
sería su ritmo más lento desde 1999.
El pronóstico de la firma de
calificación es mucho más sombrío que el del Fondo Monetario
Internacional, que pronostica un crecimiento de 3,8%, y el del banco
central boliviano, que pronostica una expansión de 3,5%.
Aun
así, el país parece haber evitado el “peor escenario” de una
contracción severa, dijo Martínez. En el apogeo de la agitación, cuando
hubo bloqueos en las carreteras y daños a la infraestructura y la
producción de gas, parecía que la economía podría sufrir “daños reales”,
dijo.
Los
bonos en dólares del país con vencimiento en 2028 han subido 5 centavos
desde que Morales dejó el cargo, lo que redujo el rendimiento a 4,94%.
La
presidenta interina, Jeanine Áñez, asumió el poder en noviembre después
de que Morales huyó del país cuando las fuerzas de seguridad se
pusieron del lado de los manifestantes antigubernamentales que exigían
su renuncia.
Morales enfrentó semanas de manifestaciones después de las
elecciones del 20 de octubre, que la Organización de Estados Americanos
dijo estaban llenas de irregularidades.
Dado
que Áñez se postula para presidenta, es poco probable que tome medidas
impopulares para controlar el déficit antes de las elecciones.
Martínez
dijo que los inversionistas podrían no tener una idea clara de la
estrategia de ajuste económico hasta después de la votación. La “gran
cantidad de incertidumbre” en el período preelectoral está perjudicando a
la economía, agregó.
Moody’s Investors Service puso la calificación de Bolivia en revisión
para rebaja en diciembre, diciendo que el mayor riesgo político ha
“aumentado sustancialmente la incertidumbre política”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario