SANTIAGO.- Las
manifestaciones de Chile dormitan de lunes a jueves para despertar cada
viernes y recordarle al Gobierno que su agenda social no convence, que
hacen falta cambios más profundos y que se haga justicia por los
damnificados por la acción policial durante las protestas, que duran ya
50 días.
Hace
varias semanas que las movilizaciones contra las desigualdades del país
producto de su economía neoliberal se concentran los viernes; y así fue
esta jornada, con miles de personas copando la céntrica Plaza Italia de
Santiago, epicentro de las protestas.
"¿Cuánto
duró tu rabia? No hemos cambiado nada", rezaba una de las llamadas a
manifestarse esta jornada para mantener viva la protesta ciudadana.
Ni
el acuerdo político para abrir el camino hacia una nueva Constitución
que permita las reformas estructurales que demanda la ciudadanía, ni la
aprobación de un aumento de la ayuda estatal a las pensiones más bajas
en hasta un 50 %, entre otras medidas sociales anunciadas por el
Gobierno, han logrado terminar con la agitación.
Tampoco
el drástico empeoramiento de la economía por la incidencia en el
comercio, la industria y los servicios de los hechos de violencia que
están acompañando al estallido social desde su inicio, con incendios,
saqueos y destrozo de locales comerciales y empresas está motivando el
cese de las protestas.
SEGUIR EN LA CALLE PARA PROVOCAR "CAMBIOS PROFUNDOS"
La
ciudadanía desconfía del Gobierno y de su agenda social, y considera
que sólo siguiendo en las calles se lograrán cambios profundos.
"Todavía
no hemos logrado nada", lamentó Denisse Araya, de 31 años, quien
explicó a Efe que se endeudó con un banco para poder estudiar Química y
que todavía le quedan 20 años para poder devolver el préstamo.
El
estudiante universitario José Gallardo dijo a Efe que "la presión de la
calle tiene que acabar provocando cambios más profundos, porque de
momento el Gobierno no nos da ninguna solución".
La
agenda social del Gobierno se encuentra al 70 %, según su propia
estimación, y contempla desde el establecimiento de un ingreso mínimo
garantizado de 350.000 pesos (unos 450 dólares) al aumento de las
pensiones o la rebaja del 50 % en la tarifa de transportes para todos
los mayores de 65 años, entre otras cosas.
La
implementación de esta agenda no es todo lo rápida que el Gobierno
quisiera, que ya en varias ocasiones ha pedido al Congreso Nacional que
aborden con urgencia varias de las medidas que ha enviado como proyectos
de ley.
JUSTICIA POR VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS
"La
marcha de la esperanza" era el lema de otras de las convocatorias a
manifestarse este viernes y que contaba con la imagen de Gustavo Gatica y
Fabiola Campillai, quienes perdieron la visión de sus dos ojos al ser
presuntamente disparados con una escopeta de balines de goma y con una
bomba lacrimógena, respectivamente, por agentes policiales.
Las
fuerzas de seguridad están acusadas de cometer centenares de
violaciones de derechos humanos, incluidas la muerte de cinco de los al
menos 23 fallecidos que deja hasta la fecha el estallido social, y los
chilenos siguen saliendo a la calle para reclamar justicia por estos
hechos.
"No
puede haber impunidad en las violaciones de los DD.HH., y es por eso
que las protestas no van a calmarse", aseguró a Efe la joven Romina
Sánchez.
Varios
organismos internacionales se han pronunciado sobre estos presuntos
abusos, el último en hacerlo ha sido a Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), que expresó este viernes su "condena al uso
excesivo de la fuerza" y los graves desmanes durante las protestas
sociales en Chile y subrayó su preocupación por el elevado número de
denuncias de violaciones a los derechos humanos.
BUENAS NOTICIAS EN INFLACIÓN Y MERCADO CAMBIARIO
La
economía chilena vivió una de sus peores semanas tras experimentar una
caída del 3,4 % en octubre, la mayor en 10 años, pero encontró este
viernes un alivio en el dato del índice de precios al consumidor (IPC),
que registró un alza de apenas un 0,1 % en noviembre, quedando el
acumulado en los 11 meses del año en 2,9 % y el interanual en 2,7 %.
El mercado cambiario también dio un respiro a la economía y el peso
chileno terminó la semana en 778,70 unidades por dólar, hasta 30 pesos
menos que el pasado viernes gracias a la intervención del Banco Central,
que el lunes comenzó a vender los 20.000 millones de dólares que había
anunciado para tratar de frenar la caída de la divisa chilena, que llegó
a cotizar al mínimo histórico de 828,36 unidades por dólar.
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