PARÍS.- Una
manifestación de "chalecos amarillos" que se desarrollaba en París este
sábado degeneró puntualmente en altercados, en un momento en que este
movimiento de protesta espera que tenga éxito su estrategia de
"convergencia de luchas" con la huelga contra la reforma de las
pensiones.
Alrededor
de un millar de personas participaron en el desfile, que como es
frecuente con los "chalecos amarillos" no tenía un trayecto prefijado
previamente, y que comenzó poco antes de mediodía en el barrio de Bercy,
junto al Ministerio de Economía y Finanzas.
Durante
la marcha se produjeron algunos enfrentamientos con la policía, que la
estuvo siguiendo de cerca y recurrió a los gases lacrimógenos.
Los
"chalecos amarillos" se habían propuesto unirse a una manifestación
convocada delante de la estación de Montparnasse "contra el paro y la
precariedad" por los sindicatos, en particular la Confederación General
del Trabajo (CGT) que lidera las acciones sobre las pensiones.
Allí
se habían concentrado cientos de personas y en los alrededores estaban
estacionados decenas de vehículos de las fuerzas del orden, en un
dispositivo de seguridad disuasorio que trataba de evitar incidentes.
Por
la tarde también se desarrollaban otras manifestaciones en Lyon,
Toulouse o en Marsella, a la que asistía Jean-Luc Mélenchon, el líder de
la Francia Insumisa.
Todo
esto en un contexto de huelga contra la reforma de las pensiones del
presidente, Emmanuel Macron, que se traduce sobre todo este sábado, por
tercera jornada consecutiva, en muy pocos trenes y muy poco transporte
metropolitano en París.
La
movilización sindical consiguió sacar a la calle el jueves a cientos de
miles de personas -800.000 según la policía, 1,5 millones según las
centrales- sin que se produjeran apenas incidentes, y que estuvieron
protagonizados por radicales al margen de los desfiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario