PARÍS.- La movilización en
Francia contra una reforma de las pensiones cumplió este sábado su
tercer día con el país semiparalizado por huelgas, especialmente de
trenes y transportes públicos, en un contexto de enfrentamiento entre
sindicatos y el gobierno de Emmanuel Macron.
Los tres principales
sindicatos ferroviarios del país se reunieron este sábado y acordaron
"reforzar" su movilización "a partir del lunes" para que el gobierno
retire su proyecto de reforma.
Al iniciarse las protestas, el jueves pasado, las
manifestaciones congregaron a unas 800.000 personas en todo el país, es
decir más gente que en las primeras jornadas de los masivos movimientos
sociales de 1995, 2003 y 2010.
La movilización es contra un
"sistema universal" de jubilaciones, que prevé reemplazar a los actuales
42 regímenes de jubilación existentes (general, de funcionarios, sector
privado, especiales, autónomos, complementarios).
El ejecutivo
francés promete un dispositivo "más justo", pero quienes se oponen a él
--la casi totalidad de los sindicatos, la oposición de izquierda-- temen
una mayor "inseguridad" para los jubilados.
La jubilación es un tema
muy sensible en Francia. Los opositores más radicales esperan hacer
durar la movilización y que el país quede paralizado, como ocurrió en
diciembre de 1995. Entonces, la huelga duró tres semanas y obligó al
gobierno a dar marcha atrás.
El gabinete del primer ministro,
Edouard Philippe, celebró reuniones con ministros a lo largo del día, y
otras estaban previstas el domingo, según fuentes gubernamentales.
Para el presidente Macron, que ha
convertido la "transformación" de Francia en la esencia de su mandato,
los próximos días se anuncian decisivos.
El ejecutivo tiene un
serio desafío en un contexto social ya muy tenso, con la inédita
movilización desde hace más de un año de los "chalecos amarillos" y el
exacerbado descontento en los hospitales y las prisiones, o entre los
profesores, los ferroviarios, los agricultores o los policías.
Además,
esta huelga genera crispación entre los usuarios de los transportes
públicos, en particular en torno a las grandes urbes, como en la región
de París.
El proyecto de reforma de
las jubilaciones no ha sido aún revelado por completo --aunque se han
avanzado varios de sus principios-- y el primer ministro Edouard
Philippe prometió que divulgaría el miércoles "la integralidad del
proyecto del gobierno". Philippe agregó que no está en una "lógica de la
confrontación".
¿Pero podrá esto atenuar el riesgo de incendio social en Francia?
"Nada cambia en el objetivo del gobierno: acabar con
nuestro régimen de pensiones solidario para remplazarlo por un sistema
individualizado donde todos saldrán perdiendo", se lamenta la CGT, otro
de los grandes sindicatos del país.
Entretanto, los usuarios de los transportes públicos seguirán teniendo muchas dificultades para desplazarse.
La
huelga en los transportes siguió el viernes, y este fin de semana, a
menos de 20 días de las fiestas de Navidad, se anunciaba muy complicado.
Nueve de las 15 líneas de metro de París estaban totalmente cerradas
este sábado, y en las demás el tráfico era muy limitado.
Solamente el 15% de los trenes suburbanos funcionó, así como uno de cada seis trenes de alta velocidad.
Unas 2.800 personas
desfilaron en Nantes (oeste) contra la reforma de las pensiones y la
precariedad, durante una manifestación tensa, con choques entre
participantes y la policía.
En París tuvo lugar otra
manifestación del movimiento "chalecos amarillos", como es habitual los
sábados, con un millar de participantes, en la que también hubo
enfrentamientos esporádicos con la policía.
El próximo lunes, quinta jornada de huelga, se anuncia
también difícil: la compañía nacional de ferrocarriles, SNCF, recomendó
incluso a los viajeros de la región parisina que eviten los trenes
suburbanos o de cercanías, ya que la gran afluencia puede hacer que las
estaciones sean peligrosas.
En el transporte aéreo, la jornada de
este sábado era en cambio más tranquila que las de jueves y viernes:
solamente se preveían retrasos y algunas perturbaciones, según la
Dirección general de la aviación civil.
Por
su parte, los profesionales del comercio y del turismo en Francia
empiezan a expresar su preocupación por las consecuencias de este
movimiento social, potencialmente duradero.
En Lyon (centro-este),
hay hoteles disponibles pese a que es habitualmente imposible encontrar
alojamiento en esta ciudad durante este fin de semana, cuando se
celebra su reputada Fiesta de las luces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario