MADRID.- El
Fondo Monetario Internacional (FMI) defiende el diálogo entre países
para abordar los problemas comerciales antes de adoptar medidas
proteccionistas, como los recientes aranceles de EEUU al acero y el
aluminio de Argentina y Brasil, ha dicho este martes un alto
responsable del organismo multilateral.
"Los
diferentes participantes en el comercio internacional tienen que
moverse a esquemas que sean más productivos en la resolución de sus
conflictos (...), entrar en negociaciones económicas que resuelvan los
problemas de fondo que pueden estar detrás de estos conflictos, pero
evitar las sorpresas" ha indicado el director del Departamento del
Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
Preguntado por el restablecimiento de aranceles
anunciado ayer por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el
responsable para Latinoamérica del FMI ha apostado por el diálogo y la
negociación para evitar incertidumbres.
El
FMI considera que "las diferencias genuinas que existen en términos de
cómo se debe rebalancear y ajustar el sistema internacional de comercio
se haga dentro de un contexto de negociaciones multilaterales que
refuerce el sistema y no lo debilite", ha dicho.
Werner
ha defendido la necesidad de "arreglar los puntos en los que algunos
países creen que el sistema de comercio internacional, de propiedad
intelectual, etc. está desbalanceado".
No
obstante, ha considerado que es necesario "hacerlo en un marco de
cooperación internacional, para que se mantenga y mejore el sistema
actual" y evitar "conflictos como el que hemos visto, que exacerbe la
incertidumbre y, con ello, se afecte la inversión, las cadenas globales
de valor y el crecimiento económico de todos los involucrados".
"Tal
y como hemos visto en nuestros estudios", ha recordado Werner, "cuando
se hacen simulaciones de los efectos de una intensificación de las
tensiones comerciales, al final del día todos los países pierden".
El
presidente estadounidense sorprendía ayer con la reimposición de
aranceles al acero de Argentina y Brasil, a quienes acusó de una
devaluación masiva de sus monedas, que estaba teniendo efectos
perjudiciales sobre los agricultores del país norteamericano.
Los
dos países suramericanos habían sido exentos por parte de Estados
Unidos de los gravámenes al acero del 25 % y al aluminio del 10 % que
impuso a sus principales socios comerciales en mayo de 2018, tras lograr
cesiones de las autoridades de ambos países.
Entonces,
el Gobierno de Argentina anunció que impondría límites a sus
exportaciones de aluminio y acero al país; y días después, el Ejecutivo
brasileño aceptó un acuerdo de cuotas bajo el cual admitió un arancel
del 10 % sobre el aluminio y límites a sus ventas de acero.
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