BRASILIA.- Un decreto del presidente
Jair Bolsonaro abrió este martes a las inversiones privadas tres
unidades de conservación ambiental de Brasil con paisajes paradisíacos.
Los
parques nacionales de Lençois Maranhenses (Maranhao, noreste),
Jericoacoara (Ceará, noreste) e Iguaçu (Paraná, sur) fueron incluidos en
el Programa Nacional de Desestatización, que contempla privatizaciones y
concesiones para aliviar la carga del Estado.
El decreto fue publicado por el Diario oficial de la Unión
y tiene vigencia inmediata. Su contenido versa "sobre la calificación
de unidades de conservación en el ámbito del Programa de Asociaciones de
Inversiones de la Presidencia de la República y sobre su inclusión en
el Programa Nacional de Desestatización".
El parque de los Lençois
Maranhenses tiene unas 160.000 hectáreas. Se caracteriza por las
interminables dunas que a mediados de año, en la transición de las
lluvias a la temporada seca, se llenan de agua dulce formando unas
piscinas naturales.
Jericoacoara, de 8.850 hectáreas, incluye la playa homónima que es uno de los destinos turísticos más famosos de Brasil.
En
el sur, el Parque Nacional de Iguaçu es internacionalmente conocido por
las cataratas del mismo nombre, en la frontera con Argentina. Es un
área protegida de gran biodiversidad, con miles de especies de plantas y
unas 400 de aves.
El decreto establece que las empresas que
obtengan las concesiones para administrar estos parques tendrán que
brindar apoyo para las visitas públicas "con previsión de costos de
acciones de apoyo a la conservación y a la gestión de las referidas
unidades".
Bolsonaro, un negacionista del cambio climático, se ha
expresado en numerosas ocasiones a favor de la explotación comercial de
tierras indígenas y de áreas de protección ambiental.
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