WASHINGTON.- La baja en los precios
del combustible y los productos manufacturados desaceleraron la
inflación estadounidense el mes pasado, según mostraron datos oficiales
del Departamento de Comercio divulgados el jueves.
Las menores
presiones sobre los precios revirtieron algunos aumentos en agosto y
podría verse como un respaldo a la decisión de la Reserva Federal el
miércoles de reducir las tasas de interés.
En septiembre, el índice PCE, de gasto de los consumidores
-medida favorita de la Fed para monitorear la evolución de precios- se
mantuvo en los niveles de agosto, en consonancia con las expectativas de
analistas.
Los precios de alimentos se mantuvieron sin cambios mientras que los de la energía cayeron por segundo mes consecutivo.
Contra septiembre del año pasado, el índice se desaceleró a 1,3%, en su marca más débil desde febrero.
Sin
contemplar los precios volátiles de los alimentos y combustibles, el
índice básico también se mantuvo estable en comparación con agosto, y la
comparación interanual también se desaceleró, al 1,7%.
Algunos
economistas dicen que el aumento de los salarios y la escasez de mano de
obra han comenzado a impulsar la inflación de Estados Unidos.
Pero
la Fed recortó esta semana su tasa de referencia de préstamos por
tercera vez consecutiva para ayudar a aislar a la economía
estadounidense de los riesgos de la desaceleración del crecimiento
mundial, e impulsarla en medio de la prolongada guerra comercial del
presidente Donald Trump con China.
El Comité Monetario redujo la
tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual (0,25%), fijándola
en un rango entre el 1,50% y el 1,75%.
Aunque la inflación
permanece lejos del objetivo del 2%, Jerome Powell, presidente de la
Fed, dijo que confiaba en que alcanzará ese nivel.
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