SANTIAGO.- El gobierno de Chile
volvió a reunirse este jueves con la oposición para buscar una salida
consensuada a la inédita crisis social que atraviesa el país, azuzada,
según Estados Unidos, por "actividades rusas" que buscan "exacerbar la
división".
"Tenemos indicios de actividades rusas para dar un
curso negativo al debate en Chile", dijo a la prensa un funcionario del
Departamento de Estado que pidió no ser identificado. El diplomático
indicó que hay claras señales de personas que están "aprovechando el
debate" para "exacerbar la división y fomentar el conflicto",
principalmente mediante el uso de las redes sociales.
Las protestas que comenzaron hace casi dos semanas contra
un alza del precio en el billete del metro derivaron en un movimiento
amplio de indignación contra el gobierno y varias instituciones, con
otras protestas muy violentas que han dejado 20 muertos a nivel nacional
y un panorama sombrío en Santiago.
Las manifestaciones prosiguieron este jueves con miles de chilenos en
la capitalina plaza Italia -epicentro de las protestas- disfrazados con
máscaras de Halloween y trajes de alienígenas en referencia a una
polémica de Cecilia Morel, esposa del presidente Sebastián Piñera, quien
en un audio cuya veracidad fue confirmada por el gobierno sostuvo que
la situación que vive el país era como "una invasión alienígena".
Más
temprano, otros cientos marcharon por la Alameda -principal avenida de
Santiago- hasta el palacio gubernamental de La Moneda, donde fueron
reprimidos por la policía con carros lanza-agua y gases lacrimógenos.
La mayor crisis que enfrenta Chile desde el retorno a la democracia
llevó al presidente Piñera a cancelar el miércoles el encuentro de
líderes del foro económico APEC y la cumbre del clima de la ONU COP25, a
celebrarse en pocas semanas en Santiago.
La decisión tuvo gran impacto
en las actividades del turismo y el comercio, ya golpeadas por casi dos
semanas de manifestaciones, varias de ellas muy violentas.
España se ofreció para acoger en Madrid la COP25, donde se esperaba a la activista sueca Greta Thunberg.
A diferencia del primer
encuentro con opositores tres días después del estallido de la crisis el
viernes 18 de octubre, el gobierno no excluyó esta vez a ningún sector
con representación en el Parlamento, incluido el Partido Comunista, que
sin embargo no concurrió a la cita en La Moneda.
Al cabo de dos
horas, Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, el principal
conglomerado de la oposición, aseguró que "no existe disposición a
escuchar las demandas de la ciudadanía".
Por su parte el titular del Partido por la Democracia
(PPD), Heraldo Muñoz, afirmó que no veían "señales claras todavía en
favor del diálogo".
El
flamante nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, asumió la misión
de conducir el diálogo político destinado a encontrar una salida a la
crisis social, que ha desplomado la popularidad de Piñera.
El
ministro, que asumió el cargo el lunes, relató a la prensa que durante
la reunión acordó con la oposición llegar a "marcos de entendimiento,
idealmente en los próximos días, las próximas semanas".
También
anunció que el gobierno se abrió por primera vez a revisar un proyecto
de reforma tributaria enviado ya al Congreso para remplazar una medida
aprobada durante el último gobierno de la socialista Michelle Bachelet
(2014-18), y que a juicio de opositores significaba rebajar el pago de
impuestos a los más ricos.
Respecto al cambio de la
Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet, visto como
uno de los caminos de salida a la crisis, Blumel afirmó: "El gobierno no
se cierra a ninguna opción, pero nos parece importante en primer lugar
realizar este proceso amplio de diálogo participativo".
Piñera
también se abrió a analizar la posibilidad de hacer cambios
estructurales, aunque privilegiando la instancia de diálogo que encargó a
su ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel.
Las protestas presionaron a
Piñera a tomar estas medidas dando preferencia a la búsqueda de una
solución a la crisis por sobre la organización de APEC –al que asistiría
el presidente de Estados Unidos Donald Trump- y la COP25.
La
Casa Blanca dijo que Trump llamó a Piñera para expresarle su apoyo en
medio de la ola de protestas y denunció que hay "esfuerzos extranjeros
para minar las instituciones" en el país.
El secretario general de
la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, había denunciado
la semana pasada un "patrón" de desestabilización proveniente de
Venezuela y de Cuba, orientado primero a Colombia y Ecuador y después a
Chile.
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