WASHINGTON.- El Congreso de Estados
Unidos avanza hacia la ratificación del nuevo acuerdo norteamericano de
libre comercio T-MEC, más allá de la investigación con miras a un juicio
político del presidente Donald Trump, aseguró la presidenta de la
Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La aprobación este jueves
de las reglas del procedimiento que podría derivar en la destitución de
Trump generó interrogantes sobre el futuro del Tratado entre México,
Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sellado en noviembre pasado por los
tres países pero hasta ahora solo confirmado por el Senado mexicano.
Pero Pelosi, líder de los demócratas que controlan la
Cámara baja, afirmó poco antes de la votación que el proceso de juicio
político "no tiene nada que ver" con la luz verde al T-MEC, que parece
"cerca" de lograrse.
"Estamos avanzando (...) haciendo progresos todos los días", dijo en rueda de prensa.
"Soy optimista de que todavía estamos en el camino hacia el sí y de que pronto llegaremos a una conclusión sobre eso", añadió.
Pelosi
dijo a principios de mes que los legisladores trabajaban en ese sentido
con funcionarios de la oficina del representante comercial
estadounidense (USTR), Robert Lighthizer, que negoció el T-MEC a
instancias de Trump.
Si bien México ratificó en junio el T-MEC y
el trámite de confirmación ha progresado en Canadá, los demócratas dicen
que las reformas a las regulaciones que rigen para los trabajadores
mexicanos, destinadas a proteger a la industria estadounidense de
competencia desleal, son insuficientes.
"Si podemos llegar a un
acuerdo, y creo que estamos cerca de hacerlo, (el T-MEC) será un modelo
para futuros acuerdos comerciales", dijo Pelosi. "Todavía no hemos
llegado, pero somos conscientes del último tramo que tenemos que
recorrer".
La Casa Blanca llamó el jueves a los demócratas a
aprobar el T-MEC, en una declaración en la que los acusó de tener una
"obsesión desquiciada con esta destitución ilegítima".
Trump ha
cuestionado muchas veces a "los demócratas que no hacen nada" de alargar
la decisión sobre el T-MEC, que debe reemplazar el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994 y que según el
mandatario ha sido "horrible" para los intereses de los trabajadores
estadounidenses.
El T-MEC debe ser aprobado también por el Senado, donde el presidente republicano cuenta con mayoría.
El negociador comercial
de México, Jesús Seade, que el jueves se reunió largamente en Washington
con su contraparte Lighthizer tras haber conversado "en privado" con
Pelosi el miércoles, tampoco cree que este "drama" que vive Estados
Unidos con el proceso de juicio político a Trump impida el avance del
T-MEC.
"Mi expectativa era y sigue siendo que esto ayuda, en el
sentido de dejar de lado las posiciones políticas y poner delante el
interés del país en términos bipartidistas", dijo a periodistas.
Sin embargo, reconoció que si la situación se pone más
compleja "sí podría hacer daño", no por falta de disposición política,
sino de tiempo.
Según analistas, si el T-MEC no se ratifica este
año en Estados Unidos, su confirmación corre el riesgo de empantanarse
en la campaña presidencial de 2020, en la que Trump busca la reelección y
los demócratas podrían ser reacios a "premiarlo" con un logro del cual
jactarse.
Seade, subsecretario para América del Norte de la
cancillería mexicana, dijo que espera un entendimiento entre los
demócratas y el USTR para mediados de noviembre, y anunció que pedirá
que entonces el texto le sea entregado tanto a México como a Canadá para
su revisión.
México podría tomarse hasta un mes para pronunciarse sobre las eventuales modificaciones, estimó.
Seade
afirmó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que tiene
mayoría en el Congreso, está abierto a cualquier ajuste que sea "del
interés de México".
En ese sentido, se congratuló de que esté
sobre la mesa la revisión de un aspecto heredado del TLCAN que permite a
los países bloquear la formación de paneles de arbitraje para la
solución de controversias.
"Tanto Canadá como México buscaban que no hubiera bloqueo de paneles y ahora se está logrando", afirmó Seade.
Canadá,
que puso en mayo el T-MEC a consideración parlamentaria, ha dejado
saber que lo ratificará cuando lo haga Estados Unidos.
Consultado
sobre cómo podría recibir Ottawa eventuales revisiones de los
legisladores estadounidenses al pacto, Seade descartó que Canadá se vea
"directamente afectado". "El tema dominante es el laboral y eso no
aplica a ellos", dijo.
Los demócratas han objetado el T-MEC porque
creen que carece de las suficientes protecciones laborales y
medioambientales, promueve los intereses de la empresas farmacéuticas en
detrimento de los pacientes y tiene mecanismos de aplicación débiles,
indicó el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
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