HONG-KONG.- La líder de Hong Kong, Carrie Lam, ha condenado este sábado el
repunte de violencia “intolerable y sin precedentes” que ha sacudido la
ciudad en las últimas horas dentro de la ola de manifestaciones contra el Gobierno hongkonés, y provocado la suspensión parcial de los servicios y de los comercios a lo largo de este día.
Lam ha realizado estas declaraciones en un vídeo emitido por las principales cadenas del territorio, donde aparece flanqueada por la mayor parte de su Consejo de Ministros.
En su comparecencia, de apenas cinco minutos, la líder de Hong Kong ha vuelto a defender la ley de emergencia
que declaró esta semana para prohibir el uso de máscaras por parte de
los manifestantes que llevan más de tres meses protestando contra el
dominio chino y a favor de la democracia.
“Pido a la población que apoye al Gobierno de Hong Kong
para detener esta violencia conforme dicta la ley. Condenemos juntos la
violencia”, ha pedido la mandataria en el vídeo. “La de este viernes ha
sido una noche oscura, que ha dejado la ciudad semiparalizada“, ha añadido.
Toda la red ferroviaria de Hong Kong se encuentra detenida, mientras
que docenas de centros comerciales, tiendas y bancos han cerrado sus
puertas este sábado. La operadora de transporte MTR ha explicado que la
decisión ha sido adoptada para garantizar la seguridad de su personal “antes de poder viajar a las estaciones afectadas para inspeccionar y evaluar el alcance de los daños”, según un comunicado recogido por el ‘South China Morning Post’.
Los incidentes de esta pasada noche han ocurrido precisamente después
de la declaración de esta ley de emergencia, un residuo de la era
colonial bajo el dominio británico, que impone penas de hasta un año de prisión y sanciones de hasta 25.000 dólares hongkoneses (2.900 euros) para quien se salte la restricción, que entra en vigor este sábado.
Las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos y pelotas de goma para dispersar a los manifestantes, parte de los cuales se han concentrado con la cara cubierta como desafío a las autoridades.
La decisión de la jefa del Ejecutivo regional llega la misma semana
en la que los manifestantes han empañado con sus movilizaciones la celebración del día de conmemoración del septuagésimo aniversario de la República Popular china,
en una jornada en la que la Policía disparó con munición real contra
los manifestantes en Hong Kong, hiriendo de gravedad a uno de ellos.
El Gobierno chino ha expresado su apoyo a la ley aplicada por la líder del Gobierno de Hong Kong por boca de un portavoz de la Oficina para Asuntos de Hong Kong y Macao,
Yang Guang, quien ha advertido de que la situación de caos en la que
vive sumida la antigua colonia británica no puede continuar de forma
indefinida.
Según Pekín, las protestas amenazan con derivar en una revolución con intervención extranjera.
Cientos de personas en las calles
El metro de Hong Kong permaneció cerrado el sábado, paralizando el transporte en el núcleo financiero asiático, y los centros comerciales y las tiendas cerraron muy pronto después de una noche de caos en la que la policía disparó a un adolescente y los manifestantes incendiaron negocios y estaciones de metro.
Las protestas del viernes en la ciudad gobernada por China estallaron horas después de que su líder, Carrie Lam, invocara por primera vez en más de 50 años los poderes de emergencia de la era colonial para prohibir las máscaras que los manifestantes usan para ocultar su identidad.
La “violencia extrema” ocurrida durante la noche justificó el uso de la ley de Emergencia, dijo Lam, apoyada por Pekín, en un discurso televisivo el sábado.
“El comportamiento radical de los agitadores oscureció la noche de Hong Kong, dejando a la sociedad hoy medio paralizada”, dijo en declaraciones grabadas.
“La extrema violencia ilustró claramente que la seguridad pública de Hong Kong está en peligro. Esa es la razón concreta por la que tuvimos que invocar la ley de Emergencia ayer para introducir la ley antimáscara”.
Sin embargo, sin dejarse intimidar por la prohibición y el cierre del transporte, varios cientos de manifestantes a favor de la democracia, muchos de ellos con máscaras, salieron a las calles el sábado, marchando a través del normalmente bullicioso distrito central de Causeway Bay.
Otros grupos se reunieron en los distritos de Sheung Shui y Tsim Sha Tsui cuando el sol comenzó a ponerse.
“No estamos seguros de lo que va a pasar después, pero sentíamos que teníamos que salir y mostrar nuestro derecho básico a usar una máscara”, dijo Sue, una manifestante de 22 años, que usó una máscara negra y gafas oscuras en la manifestación de Causeway Bay.
“El Gobierno tiene que aprender que no puede exprimir a la gente de Hong Kong así.”
Cientos de personas en las calles
El metro de Hong Kong permaneció cerrado el sábado, paralizando el transporte en el núcleo financiero asiático, y los centros comerciales y las tiendas cerraron muy pronto después de una noche de caos en la que la policía disparó a un adolescente y los manifestantes incendiaron negocios y estaciones de metro.
Las protestas del viernes en la ciudad gobernada por China estallaron horas después de que su líder, Carrie Lam, invocara por primera vez en más de 50 años los poderes de emergencia de la era colonial para prohibir las máscaras que los manifestantes usan para ocultar su identidad.
La “violencia extrema” ocurrida durante la noche justificó el uso de la ley de Emergencia, dijo Lam, apoyada por Pekín, en un discurso televisivo el sábado.
“El comportamiento radical de los agitadores oscureció la noche de Hong Kong, dejando a la sociedad hoy medio paralizada”, dijo en declaraciones grabadas.
“La extrema violencia ilustró claramente que la seguridad pública de Hong Kong está en peligro. Esa es la razón concreta por la que tuvimos que invocar la ley de Emergencia ayer para introducir la ley antimáscara”.
Sin embargo, sin dejarse intimidar por la prohibición y el cierre del transporte, varios cientos de manifestantes a favor de la democracia, muchos de ellos con máscaras, salieron a las calles el sábado, marchando a través del normalmente bullicioso distrito central de Causeway Bay.
Otros grupos se reunieron en los distritos de Sheung Shui y Tsim Sha Tsui cuando el sol comenzó a ponerse.
“No estamos seguros de lo que va a pasar después, pero sentíamos que teníamos que salir y mostrar nuestro derecho básico a usar una máscara”, dijo Sue, una manifestante de 22 años, que usó una máscara negra y gafas oscuras en la manifestación de Causeway Bay.
“El Gobierno tiene que aprender que no puede exprimir a la gente de Hong Kong así.”
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