CIUDAD DE MÉXICO.- La izquierda de México y la ultraderecha de un exmilitar en Brasil no
parecen ser tan distintas. Al menos para quienes operan los Credit
Default Swaps de las dos mayores economías latinoamericanas.
Las
mediciones de riesgo de los dos países no se parecían tanto desde 2013.
Aunque las lecturas han mejorado para los dos en 2019, para los
analistas la brecha entre ambos se ha cerrado por una combinación de
retórica, los resultados económicos mixtos y las menguantes expectativas
sobre sus presidentes, que pronto cumplirán un año en sus cargos.
Bolsonaro
ganó credibilidad del mercado tras lograr una reforma del sistema de
pensiones, mejorando un poco la posición de Brasil. Pero López Obrador
no termina de convencer a los inversores con sus planes de rescatar a
Pemex, aún pese a la mayor responsabilidad fiscal y una nota soberana
más alta, manteniendo una tendencia estable en el riesgo.
Con ese
telón de fondo, los instrumentos conocidos como CDS, que son
considerados un termómetro del riesgo de impago de un país, cotizan en
115 puntos base para México y en 136 para Brasil en el plazo de cinco
años.
El diferencial entre ellos, hoy de 21 puntos, bajó en
agosto hasta tan sólo cuatro unidades. Y es todavía muy bajo frente al
máximo histórico de más de 500 puntos de 2004, o de los casi 300 puntos
de 2015.
“México tiene mejor calificación crediticia y menor
proporción de deuda respecto a PIB que Brasil, sin embargo, el mercado
percibe un riesgo mayor sobre López Obrador que sobre Bolsonaro y por
eso la brecha de los CDS se ha cerrado”, dijo Benito Berber, economista
en jefe para Latinoamérica de Natixis.
La ventaja de México no solo se ha perdido frente a Brasil, añadió
Berber. Colombia, que también tiene una nota soberana menor, ahora
refleja un riesgo más bajo que México en sus CDS a cinco años con 93
puntos base.
El nivel actual de los CDS significa que un
inversionista paga unos 11,500 dólares anuales por asegurar un millón de
deuda soberana mexicana contra un default, mientras que desembolsa
13,600 dólares por cubrir la deuda brasileña.
Juan Carlos
Alderete, economista de Banorte, dijo que el nivel de la nota soberana
es relevante para los niveles de los CDS, pero que la perspectiva
también juega un papel importante.
Mientras México tiene una
perspectiva negativa para la calificadora S&P Global, Brasil la
tiene estable, en tanto que las otras agencias ya han lanzado
advertencias a México.
En el mercado de bonos la dinámica es
similar.
Las notas en dólares a 10 años de México, emitidas este año,
cotizaban el miércoles con un rendimiento de un 3,44%, en tanto su par
brasileño se ubicaba en un 3,92%. Desde finales de mayo a la fecha el
diferencial entre esos papeles se achicó de 83 a 46 puntos base.
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