BERLÍN.- Angela Merkel debilitada, el país de duelo por un piloto suicida, Volkswagen sacudido por un fraude colosal y el fútbol bajo sospecha de corrupción:
Alemania sale de un 'annus horribilis' y entra en 2016 con los símbolos
de su poderío seriamente corroídos.
Durante la primera parte del
2015, la jefa del Gobierno alemán aparecía como la reina de Europa,
Volkswagen se vanagloriaba de ser el primer constructor mundial de
automóviles y los aficionados al fútbol seguían en su nube de campeones
del mundo en 2014.
Pero tras haber impuesto la austeridad a Grecia
entre aplausos de sus conciudadanos, Merkel ve ahora su popularidad
degradarse tras enfundarse el traje de protectora de los refugiados que
llegan por cientos del miles desde Siria, Irak y otras regiones en
guerra. Pocos de sus homólogos europeos la apoyan. Y algunos, en Polonia
o Hungría, no dudan en criticarla.
"Algo
ha cambiado en la relación de fuerzas europeas. Desde hacía años, la
canciller movía los hilos (...) pero en el tema de los refugiados no ha
conseguido unir a Europa", estima el diario Süddeutsche Zeitung. "Y los
socios europeos han visto que los ataques contra Merkel venían de su
propio campo. La posición de Merkel se ha visto debilitada por el año de
crisis 2015", resume.
En diciembre, la mandataria recibió
finalmente el apoyo casi unánime de su partido y fue nombrada
personalidad del año por la revista estadounidense Time, pero sigue presionada por la opinión pública para reducir de manera
"significativa" la llegada de refugiados. Para ello, apuesta por un
acuerdo europeo, bastante improbable aún.
Este desafío se anuncia aún más importante a medida que se aproximan los comicios regionales de 2016.
Los
indicadores económicos siguen siendo buenos, pero muchos de los grandes
emblemas de Alemania perdieron lustre, como Lufthansa, que no tomó
medidas pese a estar enterada de los problemas psicológicos del copiloto
de su filial Germanwings que en marzo estrelló su avión en los Alpes
franceses, matando a 150 personas.
Volkswagen lidia por su lado
con el increíble fraude en las emisiones contaminantes de los coches
diésel, que podría acarrear sanciones astronómicas y empaña la imagen de
un modelo basado en la calidad y las exportaciones.
El caso
reveló las dobleces en el Gobierno, que por un lado presiona para
limitar las restricciones de emisiones impuestas en Europa a los
fabricantes de coches y por el otro se presenta como adalid de la
economía verde.
"VW no es una empresa cualquiera, es la compañía
emblemática de Alemania", analiza Edda Müller, directora de la oenegé
anticorrupción Transparency-Deutschland.
"Al
final fue un año decepcionante para la integridad de la economía en
Alemania y, si añadimos el deporte, se vuelve incluso vergonzoso",
apunta Edda Müller.
De hecho, el fútbol alemán no tuvo tiempo de
dormir sobre los laureles de su cuarto Mundial conquistado en 2014 en
Brasil, a causa de las sospechas de corrupción en la atribución a
Alemania y a su 'Káiser' Franz Beckenbauer del Mundial-2006. El patrón
de la federación alemana (DFB), Wolfgang Niersbach, se vio obligado a
dimitir y su mentor, el emblemático Beckenbauer, se encuentra bajo
presión.
Merkel se mostró aquí comedida, instando a la DFB a hacer
limpieza, pero insistiendo en los "buenos recuerdos que permanecen sin
cambios".
¿Todo esto
significará que el modelo alemán entró en crisis en 2015? Para Müller,
"no es sólo algo vergonzoso, también introduce un peligro para nuestra
democracia, para la fe, la confianza de la gente en nuestro Estado de
derecho".
Menos pesimista, el politólogo Henrik Enderlein, del
Hertie School of Governance de Berlín, estima que el mundo está
simplemente descubriendo que "Alemania es un país como los otros, muy
normal, con sus virtudes y sus debilidades".
Además, un eventual
final de la carrera política de la canciller no parece inminente, al no
existir una alternativa a su liderazgo ni en Alemania ni en Europa.
Al
fin y al cabo, si se destacan tanto los disgustos alemanes es porque,
"como en el colegio, el primero de la clase es el alumno que nadie
quiere realmente", afirma Enderlein.
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