lunes, 11 de marzo de 2024

El embajador ruso en España defiende el proceso electoral y afirma que Putin "no tiene rivales"


MADRID.- El embajador ruso en España, Yuri Klimenko, reivindica el sistema electoral en Rusia, que "lleva más de 30 años funcionando", y considera "evidente" que en el escenario actual el presidente Vladimir Putin "no tiene rivales". "Yo, por ejemplo, voy a votar por él", admite.

El 15 de marzo arrancarán tres días de votación en los que Putin figura como claro favorito. El presidente puede volver a presentarse gracias a una reforma constitucional y, pese a la anulación de candidaturas opositoras como la de Boris Nadezhdin, Klimenko asegura que el sistema es "uno de los más transparentes y desarrollados del mundo".

"Está abierto y accesible para los políticos de la oposición y de corte diferente. Los criterios básicos para registrarse como candidato en las próximas elecciones presidenciales son bien conocidos y varios pretendientes los han cumplido con éxito", explica.

Sin embargo, y aunque defiende este supuesto escenario abierto, también da por hecho que no hay rival que le pueda hacer sombra a Putin, "ya que cuenta con el apoyo de la abrumadora mayoría de los ciudadanos rusos". Con la última reforma, Putin podría seguir gobernando hasta el año 2036.

La campaña ha estado marcada en gran medida por la muerte en prisión del opositor Alexei Navalni, una "tragedia" que, según el embajador, no debería tener dobles lecturas políticas. Así, cuestiona la reacción "inmediata" de los países occidentales tras la "muerte fulminante" del "recluso" Navalni, fallecido en una remota cárcel del Ártico.

Las autoridades rusas han alegado que Navalni se desplomó por causas desconocidas durante un paseo, mientras que para el entorno del opositor fue un "asesinato" del que responsabilizan directamente al Kremlin. 

Klimenko insiste en la versión oficial: "El día de la muerte los médicos llevaron a cabo las medidas de reanimación y luego las autoridades competentes realizaron todas las inspecciones necesarias".

Critica que, cuando aún se seguían "aclarando" las circunstancias de este fallecimiento, las conclusiones de Occidente parecían ya "listas".

 "Y hoy día no han cambiado nada, a pesar de que se está probada su muerte por causas naturales", recalca.

En este sentido, ha recriminado a los "políticos europeos" que, en lugar de optar en un principio por la "discreción", saliesen en tromba con "acusaciones idénticas directas contra Rusia". 

Acusaciones que son, a su juicio, "histéricas, infundadas, desmedidas y absolutamente inaceptables".

La muerte de Navalni ha derivado también en una nueva batería de castigos contra individuos y entidades rusos. Moscú considera este tipo de sanciones, intensificadas tras el inicio hace ya dos años de la ofensiva militar sobre Ucrania, "absolutamente ilegítimas y contrarias al Derecho Internacional".

"Al adoptar sanciones los países occidentales querían frenar el desarrollo de Rusia, pero calcularon muy mal", sostiene el embajador, que ve a la economía rusa creciendo de manera "estable". 

En este sentido, ha aseverado que Rusia ha sabido "reorientarse" hacia mercados "no occidentales", sustituyendo las importaciones perdidas.

Rusia, además, habría logrado reforzar su "prestigio" como "actor independiente e influyente en la palestra mundial geoestratégica", añade el embajador, en cuya opinión son países como España quienes "se han pegado un tiro en el pie" con este tipo de sanciones.

En el caso español, Klimenko, en respuesta por escrito a unas preguntas, ha asegurado que España ha perdido "uno de los mercados más importantes para sus productos" y se ha quedado sin la llegada de turistas rusos: "Sinceramente, me parece muy raro sacrificar los intereses de su propio país haciendo favores a sus socios internacionales. Al final resulta que hay un beneficiario ajeno".

Rusia no da muestras de revertir su actual ofensiva sobre Ucrania y, de hecho, el embajador en España subraya que los objetivos de esta "operación militar especial" siguen vigentes, "no han cambiado". 

Entre ellos cita la "desmilitarización" de Ucrania, la reivindicación de su "estatus neutral" o la eliminación de cualquier "amenaza" para la seguridad nacional rusa.

Klimenko alega que Moscú no se opone a una solución diplomática en ningún conflicto --"y el caso de Ucrania no es una excepción"-- pero cree que primero hay que atender las causas y la otra parte debe estar también "abierta a negociar". 

Algo, agrega, que "no se puede decir del régimen de Kiev".

"Hoy en día ni Ucrania ni sus patrocinadores occidentales demuestran voluntad para llegar a un acuerdo político", por lo que Rusia no tendría "otra opción" que seguir sus operaciones.

 "Si España realmente está dispuesta a contribuir al arreglo, puede llamar a los dirigentes ucranianos a sentarse a la mesa de negociaciones", insta el embajador.

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