domingo, 14 de febrero de 2021

Muere Carlos Menem, el presidente que marcó una época en la Argentina de los 90


BUENOS AIRES.- El expresidente de Argentina Carlos Ménem, figura instrumental en la política del país latinoamericano durante la década de los 90, ha fallecido este domingo a los 90 años de edad en el sanatorio de Los Arcos, en Buenos Aires, donde estaba ingresado por una infección urinaria tras padecer problemas cardíacos.

El antiguo mandatario, que gobernó Argentina entre 1989 y 1999, había tenido numerosos problemas de salud en los últimos tiempos. Solo durante este año ha estado ingresado otras dos veces, una por una neumonía y otra por baja saturación en sangre.

La noticia del fallecimiento ha sido confirmada por el entorno del exmandatario al diario 'Clarín', tras constatar que la salud de Menem se complicó en las últimas horas. "Lamentablemente acaba de fallecer", ha declarado posteriormente su exposa Zulema Yoma, según recoge la agencia de noticias Télam.

Carlos Menem es el símbolo de una época en Argentina. En los 90, su personal estilo de ejercer el poder, su gestión de la economía y las acusaciones de corrupción en su contra marcaron un periodo elogiado por unos y demonizado por otros, incluso por algunos de sus compañeros políticos. 

Su muerte, este domingo ha causado reacciones entre varios políticos y Gobiernos de la región, que le honraron por lo realizado entre 1989 y 1999 cuando dirigió los destinos de la nación suramericana.

Tras la muerte de Menem, el presidente argentino, Alberto Fernández, ha decretado tres días de duelo nacional a partir de este domingo con motivo del fallecimiento de Menem.

"Con profundo pesar supe de la muerte de Carlos Saúl Menem. Siempre elegido en democracia, fue gobernador de La Rioja, Presidente de la Nación y Senador Nacional", ha publicado Fernández en su cuenta en Twitter.

Fernández ha destacado que Menem "en dictadura fue perseguido y encarcelado" y ha trasladado sus condolencias a la familia: "Vaya todo mi cariño a Zulema, a Zulemita y a todos los que hoy lo lloran".

Esta felicitación institucional pero cercana contrasta con la distancia manifestada por la vicepresidenta, Cristina Fernández: "Ante el fallecimiento del ex presidente Carlos Saúl Menem quiero expresar mis condolencias a su familia y a sus compañeros y amigos".

El antecesor de Alberto Fernández en el cargo, el conservador Mauricio Macri, ha destacado las cualidades personales de Menem. "Lamento profundamente la muerte del ex presidente Carlos Saúl Menem. Nos deja ante todo una buena persona, a quien recordaré con mucho afecto. Mis condolencias a sus familiares y amigos", ha publicado en Twitter.

Otras voces como la del periodista Jorge Lanata lo que destacan son las tramas corruptas en las que se vio implicado: "Murio Carlos Saúl Menem. El Congreso deja de tener a un corrupto menos en sus bancas", ha indicado también en Twitter.

Vecinos regionales como Chile y Uruguay destacaron a un "amigo", mientras que los mandatarios de Colombia y Ecuador también expresaron sus condolencias a familiares, partidarios y correligionarios del ex Jefe de Estado argentino.

"Cuanto he realizado, desde las diferentes funciones que he desempeñado en mi vida política, lo he hecho con la convicción y la certeza de lo que era bueno para el pueblo de la nación", escribió el exmandatario, fallecido hoy a los 90 años, en su autobiografía, publicada en 2018.

Menem era peronista. Pero muchos de quienes se adscriben al movimiento fundado por el expresidente Juan Domingo Perón (1946-1955 y 1973-1974), entre ellos los también exmandatarios Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), cuestionaron duramente su Gobierno, al acusarlo de impulsar una economía de corte neoliberal que no consideraban propia del peronismo.

Menem nació en 1930 en la provincia de La Rioja, en el noroeste argentino. Sus progenitores eran sirios.

Saúl, su padre, había llegado a Argentina buscando un futuro mejor y comenzó a trabajar como vendedor ambulante. En una visita a su familia a Siria conoció a Mohibe, con quien se casó antes de emprender ya juntos el viaje a Argentina.

En la localidad de Anillaco transcurrió la infancia del fallecido expresidente, por el negocio que su padre montó junto a su tío. Cuando la economía familiar empezó a tambalearse, Carlos compaginó la escuela con la ayuda en los quehaceres laborales del padre.

Sobre el final de la secundaria, se produjo su despertar político.

"Fue con el paso del general Perón por La Rioja que descubrí claramente mi vocación", expresó el expresidente en su libro, en el que concretó que "la voz, las expresiones de Perón y la movilización popular" le cautivaron.

Tras titularse en abogacía, sus primeras actividades profesionales estuvieron destinadas a la defensa de presos políticos luego del golpe de Estado que sufrió Perón en 1955, lo que incluso le llevó a ser detenido por primera vez.

En 1964, durante un viaje a Siria, concretó una visita para conocer al viejo líder en su exilio en Madrid, y en Damasco conoció a Zulema, su futura mujer, también hija de inmigrantes sirios en Argentina. Se casaron en 1966.

Juntos tuvieron a Carlitos -que murió mientras volaba en un helicóptero en 1995, suceso aún bajo investigación- y Zulemita, quien se encargó de acompañar a su padre públicamente hasta sus últimos días e incluso ejerció de primera dama cuando, ya como mandatario, Menem se separó de su esposa.

En las elecciones de 1973, tras terminar la proscripción del peronismo, el riojano fue elegido gobernador de su provincia, hasta que con el golpe militar de 1976 fue encarcelado durante cinco años.

Fruto de una relación extramatrimonial tuvo a su tercer hijo, Carlos Nair.

En 1983, con el retorno de la democracia, el peronismo entró en crisis al no lograr volver a la Casa Rosada, pero Menem ganó de nuevo en La Rioja y fue reelegido en 1987, lo que posicionó su nombre en todo el país.

Es así que, con sus icónicas patillas, decidió postularse a la Presidencia y con el "Menemóvil" recorrió Argentina junto a su candidato a vicepresidente, Eduardo Duhalde. Ganaron las primarias del partido y los comicios de 1989.

Menem inició su mandato en medio de la hiperinflación y el estallido social que habían llevado a Raúl Alfonsín (1983-1989) a adelantar varios meses los comicios y el traspaso del mando, pero también con frustrados levantamientos militares. Controvertidos fueron los indultos que firmó en favor tanto de militares que participaron de la dictadura como de los líderes de las guerrillas de izquierda.

Durante su gestión, mientras se convertía en una especie de 'showman' -recordada es su carrera a 200 kilómetros por hora en su Ferrari, sus promesas de viajes a la estratosfera, la expulsión de la residencia presidencial a su mujer e hijos o sus recibimientos a Madonna y los Rolling Stones- la economía registró profundas transformaciones, con una gran apertura comercial y un intenso proceso de privatizaciones de empresas públicas.

"Después de décadas de ineficiencias y malgasto, la situación no daba para más", afirmó.

Para derrotar la inflación, algo que consiguió, en 1991 se implantó el famoso "uno a uno" que mantuvo durante más de una década la paridad entre el peso y el dólar. Años de "pizza con champán", como se conoció después a ese tiempo de euforia.

Para muchos, ese modelo, que funcionó durante su primer mandato pero en el segundo -tras su reelección en 1995- dio muestras de agotamiento, con aumento del desempleo, sentó las bases de la grave crisis desatada en 2001, durante el mandato del conservador Fernando de la Rúa.

Su Gobierno también impulsó una reforma constitucional en 1994 que incluyó acortar el mandato del presidente de seis a cuatro años y admitir una reelección inmediata.

Sus años en el poder también estuvieron salpicados por denuncias de corrupción, un tiempo en el que también se acusó a la Corte Suprema de conformar una "mayoría automática" que siempre fallaba a favor del Ejecutivo.

Además de una causa por presunto enriquecimiento ilícito que lleva abierta tres lustros, Menem fue detenido en 2001 preventivamente seis meses por la presunta venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, por lo que fue condenado primero pero finalmente absuelto.

También fue sentenciado a 4 años de prisión por el presunto pago de sobresueldos durante su Gobierno, pero nunca fue detenido por sus fueros como senador desde 2005.

En la actualidad, estaba también procesado por "estrago doloso agravado" en el caso de la explosión de una fábrica militar en la provincia de Córdoba, en 1995, que dejó 7 muertos y 30 heridos.

"Esas denuncias e imputaciones solo pueden ser entendidas por la mala fe de algunos, por el gozo o la falsía de otros o por tratar de hacer que la mentira reine como verdad", criticó el exmandatario, que también fue absuelto en causas como la del encubrimiento de la primera investigación del atentado a la mutua judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994 y sigue impune.

Con grandes divisiones en el peronismo, Menem se presentó por última vez a las elecciones de 2003, y aunque ganó la primera vuelta, renunció a competir en la segunda, lo que dio la victoria automática a Néstor Kirchner, que aparecía como el gran favorito.

Antes, en 2001, se casó por segunda vez, con la modelo chilena Cecilia Bolocco, con quien tuvo a su último hijo, Máximo Saúl.

En los últimos años, además de ser senador y enfrentar la acusaciones, Menem ha mantenido un bajo perfil mediático. 

Como llegó a la Casa Rosada

Menem, uno de los presidentes más mediáticos de la historia del país, llegó al poder como candidato del histórico Partido Justicialista en 1989, cinco meses antes de lo previsto por la dimisión de su predecesor, Raúl Alfonsín, en medio de disturbios, saqueos y una situación económica crítica.

En campaña había prometido una "revolución productiva" y un "salariazo" para subir las retribuciones de la clase trabajadora, pero enseguida se apartó de su programa lanzó una política de privatizaciones, reducción de las protecciones legales de los trabajadores y una estrategia de "relaciones carnales" con Estados Unidos que acercaron a Argentina al gigante norteamericano.

Con Domingo Cavallo como "superministro" de Economía, impuso un Plan de Convertibilidad que hizo que los argentinos vivieran durante años con paridad cambiaria, en la que un peso equivalía a un dólar, germen junto a otros factores de la crisis económica, social y política que estalló en el 2001.

Con Menem se disparó la conflictividad social por las pérdidas de puestos de trabajo a causa de las privatizaciones y la precarización del mercado laboral al ritmo del plan de flexibilización diseñado a medida del empresariado. Así fueron privatizadas YPF, Gas del Estado, Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y el complejo minero-siderúrgico Hipasam-Altos Hornos Zapla-Somisa.

En el ámbito meramente político, Menem, quien estuvo preso de la dictadura militar, enarboló el argumento de la reconciliación nacional para firmar en 1990 uno de sus más polémicos decretos: el indulto con el que liberó a los comandantes de la Junta Militar condenados por graves delitos contra la humanidad.

En 1994 impulsó una reforma de la Constitución que abrió la posibilidad de la reelección presidencial, hasta entonces vedada, y le permitió perpetuarse en el poder, aunque redujo de seis a cuatro años el periodo presidencial.

Para la historia visual quedan imágenes de sus extravagancias que aunaban política, deporte y espectáculo, como cuando jugó en un estadio repleto junto a Diego Armando Maradona vistiendo ambos la camiseta de la selección argentina.

Su estrella política comenzó su declive en enero de 2003, cuando ante su intentona de obtener la nominación presidencial por el Partido Justicialista, la formación tomó la insólita decisión de permitir varias candidaturas con sus siglas a las elecciones presidenciales.

Un Néstor Kirchner al alza se hizo con una segunda plaza para la segunda vuelta de las elecciones por detrás de Menem (22 a 24,3 por ciento) y finalmente se impuso al histórico líder justicialista y Kirchner, impulsado en las encuestas por el rechazo a Menem, finalmente se impuso sin siquiera votar tras la retirada de Menem de la carrera, dando vía libre a un peronismo de izquierda.

En 2013, y ya como senador por La Rioja, un tribunal de apelaciones confirmó una condena que le declaró culpable de participar en la venta de armas a Ecuador y Croacia. Como senador en ejercicio, evitó la cárcel en virtud de una ley que otorgaba inmunidad legal a los legisladores.

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