WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rezagado en las
encuestas de opinión en un contexto de protestas antirracistas y de
aumento de los casos de coronavirus, arremetió contra la Administración
de Barack Obama, el primer presidente negro del país, con una acusación de traición.
La acusación se suma a otros intentos anteriores del presidente
republicano de empañar la imagen de Obama, un popular demócrata contra
el que Trump ha apuntado durante años, sugiriendo incluso que no había nacido en Estados Unidos.
Trump
se sitúa 13 puntos por debajo del probable candidato demócrata, Joe
Biden, que fue vicepresidente de Obama, de cara a las elecciones
presidenciales del 3 de noviembre.
Bajo el mandato
de Trump, el Departamento de Justicia de Estados Unidos está revisando
una investigación que detectó injerencias extranjeras en las elecciones
de 2016 que ganó el líder republicano. Antes había acusado a Obama de
espiar a su campaña pero no de traición.
Cuando
se le preguntó qué delito podría haberse cometido al espiar, Trump dijo
a la Christian Broadcasting Network (Red de Radiodifusión Cristiana):
“Es traición. Miren, cuando salí hace mucho tiempo, dije que habían
estado espiando nuestra campaña... Veamos qué les pasa ahora”.
“Barr
está haciendo un gran trabajo como fiscal general, veamos qué se les
ocurre”, dijo. Barr ha dicho que no prevé que Obama o Biden sean
acusados.
Agencias de inteligencia de Estados Unidos
determinaron que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 para
impulsar la candidatura de Trump. La investigación de 21 meses del
exconsejero especial Robert Mueller documentó una campaña rusa de
propaganda y piratería informática para perjudicar a la oponente
demócrata de Trump, Hillary Clinton. Mueller también documentó numerosos
contactos entre personas de la campaña de Trump y los rusos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario