ROMA/NUEVA YORK.- Italia y Estados Unidos comenzaron a flexibilizar el lunes las
restricciones al confinamiento para revivir su economía, al igual que
muchos otros países, mientras los casos de coronavirus pasaron los 3,5
millones a nivel mundial y las muertes se acercaron a un cuarto de
millón.
Los líderes mundiales prometieron 8.000 millones de dólares para la
lucha contra la pandemia de coronavirus, dijo la jefa de la Comisión
Europea, Ursula von der Leyen.
Italia, uno de los países más
castigados del mundo por el virus, comenzó a relajar el encierro más
largo de Europa, permitiendo que aproximadamente 4,5 millones de
personas regresen a trabajar tras casi dos meses en casa.
“Me
desperté a las 5.30 a.m. Estaba muy emocionada”, dijo Maria Antonietta
Galluzzo, una abuela que llevaba a su nieto de tres años a pasear por el
parque Villa Borghese de Roma, en la primera vez que se ven en ocho
semanas. “Él ha crecido tanto”.
En
Estados Unidos, que tiene el total más alto de infecciones y muertes en
el mundo -casi 1,2 millones y 68.000, respectivamente- Ohio y otros
estados estaban disminuyendo las restricciones a las empresas.
Un
documento interno del Gobierno proyectó un fuerte aumento de las
muertes diarias para el 1 de junio, informó el lunes el New York Times, a
3.000 personas por día a fines de mayo, frente al número diario actual
que un recuento se ubica en unas 2.000.
Cuando se le
preguntó sobre el informe del Times, el portavoz de la Casa Blanca Judd
Deere, dijo: “Este no es un documento de la Casa Blanca (...) ni ha sido
sometido a una investigación de antecedentes entre agencias”.
En
Nueva York, el estado más afectado, el gobernador Andrew Cuomo ordenó
una reapertura gradual de los negocios, comenzando con industrias como
la construcción y las regiones menos afectadas.
España, Portugal, Bélgica, Nigeria, Malasia, Israel, Túnez y el
Líbano también flexibilizaron algunas restricciones, reabriendo
fábricas, sitios de construcción, parques, peluquerías y bibliotecas. En
Estados Unidos, alrededor de la mitad de los estados reabrieron
parcialmente sus economías el fin de semana.
La relajación de las
medidas se da después de que la tasa diaria de nuevos casos de COVID-19
en todo el mundo se mantuviera en un rango de 2%-3% durante la semana
pasada, por debajo de un pico de alrededor del 13% a mediados de marzo.
La
cifra de contagiados a nivel global alcanzó a 3,52 millones de
personas, según un recuento basado en datos oficiales. Sin
embargo, no todos quienes presentan síntomas son examinados, mientras
que la mayoría de los países solo registra muertes hospitalarias.
“Todavía
tenemos que ser escépticos sobre los números”, dijo Peter Collignon,
médico y microbiólogo de enfermedades infecciosas en el Hospital
Canberra. “Podríamos tener una segunda o una tercera ola”.
Los países están reabriendo sus economías gradualmente debido a tales temores y a las advertencias de no bajar la guardia.
El
primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, dijo que su país, donde el
nuevo coronavirus ha dejado casi 29.000 muertos y todavía se reportan
más de 1.000 casos nuevos al día, todavía está “en plena agonía de la
pandemia”.
“Es bueno volver a trabajar, pero el mundo ha cambiado
totalmente”, dijo Gianluca Martucci, abriendo las persianas del pequeño
almacén de un negocio de catering en Roma.
En todo el mundo, la gente se está adaptando a una nueva realidad.
Un
zumbido continuo de automóviles, buses y motocicletas mostraba un
aumento en los desplazamientos en Roma, pero el tráfico era notablemente
menor que antes de la pandemia, y quienes estaban en las calles
parecían seguir las pautas de distanciamiento social.
En Beirut, los restaurantes comenzaron a reabrir pero estaban
retirando sillas y mesas para cumplir con las reglas de que la afluencia
de clientes no puede superar el 30% de la capacidad del lugar.
“Este
es un gran paso”, dijo Ralph Malak, dueño de un bar. “Es muy bueno para
el personal comenzar a motivarse nuevamente, volver al trabajo y que la
economía comience a moverse”.
Irán, que ha reportado más de
6.000 muertes, se disponía a reabrir mezquitas en 132 ciudades. Los
fieles deben mantener distanciamiento social, usar máscaras y guantes y
no quedarse más de media hora, informó la agencia de noticias ISNA.
Si
bien las medidas estrictas para frenar la pandemia a menudo han sido
respaldadas por el público, los Gobiernos sufren por el impacto
económico del virus.
La actividad fabril en todo el mundo fue
devastada en abril, mostraron encuestas, y las perspectivas parecían
sombrías a medida que los confinamientos congelaban la producción global
y reducían la demanda. Como resultado, se espera que la economía
mundial sufra este año la mayor contracción jamás registrada.
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