PUERTO PRÍNCIPE.- Millones de personas en América Latina enfrentan la falta de agua potable. Si bien la
inversión insuficiente en infraestructura ha sido durante mucho tiempo
un problema en partes de la región, con la enfermedad altamente
contagiosa que ahora se está extendiendo allí, el acceso deficiente al
agua podría convertirse en una cuestión de vida o muerte.
La
situación en Haití, el país más pobre de América, es la más grave. La
mayoría de los hogares no reciben agua corriente y dependen de grifos
comunales, camiones de agua o manantiales a menudo contaminados. Menos
de una cuarta parte de los hogares tienen instalaciones básicas para
lavarse las manos con agua y jabón, según datos compilados por Naciones
Unidas.
Haití solo ha confirmado 18 casos hasta la fecha, pero los expertos
temen que la enfermedad respiratoria, sería más mortal allí que en otros
lugares si se produjera debido a la desnutrición generalizada y la
atención médica inadecuada.
Si bien la cobertura del suministro de agua es, en promedio, mejor en
América Latina que en África y Asia, según datos nacionales compilados
de Naciones Unidas, algunos países y comunidades están desatendidos
debido a la desigualdad, la inversión insuficiente en infraestructura,
corrupción y pobreza.
Si bien Haití nunca tuvo un sistema de
agua decente, el de la vecina Venezuela, que alguna vez fue próspera, se
derrumbó junto con la economía, tras años de poca inversión y
acusaciones de que funcionarios corruptos robaron fondos públicos.
Teóricamente, la mayoría de los hogares reciben agua corriente. En la práctica, las tuberías a menudo se secan.
En los vecindarios de clase media,
muchas casas tienen tanques para almacenar agua cuando entra
esporádicamente a través de tuberías.
Mientras tanto, en Cuba, las autoridades
sostienen que las lluvias por debajo del promedio este año están
exacerbando los problemas existentes de suministro de agua, así como las
fugas que hacen que pierda hasta el 50 por ciento del líquido bombeado
de sus depósitos.
Alrededor
de medio millón de residentes enfrentan desafíos con el suministro de
agua, dijo el jefe del Instituto Nacional Cubano de Recursos Hidráulicos
(INRH), Antonio Rodríguez, el mes pasado en una mesa redonda televisada
sobre la preparación para la prevención del coronavirus.
Cuba,
que ha confirmado 269 casos del nuevo virus, dice que están acelerando
proyectos de infraestructura planificados, como la instalación de
plantas de desalinización. Sin embargo, los lugareños temen que eso
lleve tiempo.
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