WASHINGTON.- La confianza del consumidor en Estados Unidos se desplomó en abril a
mínimos de hace casi seis años, ya que las medidas para contener el avance
del nuevo coronavirus frenaron bruscamente la actividad económica y
dejaron a millones de personas sin trabajo.
Otros datos del martes mostraron que la pandemia mundial limitaba
severamente el flujo de bienes entre los países, con las exportaciones
de Estados Unidos colapsando y las importaciones desde otros países
manteniendo un declive. Los reportes fortalecieron las opiniones de los
economistas de que la economía atraviesa por una profunda recesión.
El
gobierno publicará el miércoles una estimación del Producto Interno
Bruto del primer trimestre.
Según un sondeo entre
economistas, el PIB se habría contraído un 4% a tasa anualizada en el
período enero-marzo, lo que marcaría el ritmo de declive más rápido
desde la Gran Recesión y terminaría con 11 años consecutivos de
expansión.
“Mientras más profundo sea el agujero en el que entra
la economía, más difícil será para los consumidores y las empresas poder
salir”, dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG, en Nueva York. “Los
volúmenes del comercio mundial se reducirán más este año, lo que nos
recuerda la Gran Depresión”.
El Conference Board dijo que su
índice de confianza del consumidor retrocedió a 86,9 este mes, el menor
nivel desde junio del 2014, desde 118,8 en marzo. Economistas
consultados estimaban un descenso a 87,9 en abril.
La
medición de la situación actual, basada en cómo evalúan los
consumidores de las condiciones comerciales y laborales actuales, cayó
un récord de 90 puntos a una lectura de 76,4 este mes. Pero el índice de
expectativas, en base a las perspectivas a corto plazo para las
condiciones de ingresos, negocios y mercado laboral, aumentó a 93,8
desde 86,8.
El Conference Board atribuyó la mejora en las
expectativas a “la posibilidad de que las restricciones para quedarse en
casa se relajen pronto, junto con una reapertura de la economía”.
Pese
a la mejora en las expectativas, los hogares seguían preocupados por
sus finanzas, lo que podría mantener contenido el gasto de los
consumidores. Aproximadamente 26,5 millones de personas han solicitado
beneficios de desempleo desde el 21 de marzo.
El denominado
diferencial del mercado laboral, derivado de los datos sobre las
opiniones de los encuestados sobre si los trabajos son abundantes o
difíciles de conseguir, cayó a -13,6 en abril, la lectura más baja desde
julio de 2014, desde 29,5 en marzo. La medida se correlaciona
estrechamente con la tasa de desempleo del informe del Departamento de
Trabajo.
Mientras, el Departamento de Comercio dijo que el
déficit comercial de bienes aumentó un 7,2% a 64.200 millones de dólares
en marzo. Si bien una disminución en los pagos por importaciones es
positiva en el cálculo del PIB, su reducción significa menos acumulación
de inventario, lo que podría contrarrestar la contribución del comercio
al dato de crecimiento.
En
marzo, las importaciones cayeron un 2,4% a 191.900 millones de dólares
tras bajar un 2,5% en febrero. Las importaciones descendieron un 9,6%
con respecto a marzo del año pasado.
Hubo fuertes descensos en
las importaciones de bienes de consumo y vehículos motorizados y piezas.
Las importaciones de alimentos, suministros industriales y bienes de
capital aumentaron el mes pasado.
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