BUENOS AIRES.- Argentina postergó hasta
2021 los pagos de intereses y amortizaciones de capital de la deuda
pública en dólares emitida en el país, calculada en alrededor 9.800
millones de dólares, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, según
un decreto publicado este lunes.
El gobierno de Alberto Fernández
se libera hasta el 31 de diciembre de 2020 de pagar los bonos en dólares
emitidos bajo ley argentina, que no son susceptibles de arbitraje
internacional, a la espera de la negociación para reestructurar 68.842
millones de dólares de su deuda con acreedores privados bajo
jurisdicción extranjera.
El decreto no especifica el monto de la deuda
reprogramada, pero los vencimientos restantes en 2019 son de unos 9.800
millones de dólares, según estimaciones de economistas recogidas por la
prensa local.
El Ministerio de Economía aún no ha respondido cuál es el monto total de la deuda que reprograma.
"La crisis sanitaria
mundial generada por la pandemia del coronavirus COVID-19 ha alterado
los plazos previstos oportunamente en el 'Cronograma de acciones para la
gestión del Proceso de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda
Pública Externa", explica el decreto publicado en el Boletín Oficial.
"El gobierno está diciendo que posterga el pago y que
eventualmente dará un bono cuando termine la reestructuración de su
deuda bajo ley extranjera. Entonces el día en que no pague esos bonos,
es un default de deuda bajo la ley local", explicó la
economista Marina Dal Poggetto, de la consultora EcoGo.
"Hay dos
interpretaciones: por un lado es un default local, en principio sin
consecuencias, y por otro lado libera reservas para cumplir con los
bonos de ley extranjera", añadió.
En títulos en moneda
extranjera emitidos bajo jurisdicción internacional, al gobierno
argentino le quedan por abonar este año unos 3.500 millones de dólares.
Las reservas internacionales se ubican en unos 43.632 millones de dólares.
Los títulos bajo legislación argentina cayeron más del
12%, pero el índice Merval de la Bolsa de Comercio que abrió en baja
cerró con un avance del 1,57% y el riesgo país cayó a 3.512 unidades,
después de haber superado los 4.500 puntos en marzo, según citó la
prensa local.
Argentina, en
recesión desde 2018, permanece en aislamiento social obligatorio desde
el 20 de marzo con fuerte impacto en su economía.
"Las prioridades
cambiaron, por ejemplo en repensar la renegociación de la deuda, porque
tenemos una nueva realidad, y pasó a otro plano, un segundo o tercer
plano. También la cuestión fiscal, que siempre preocupó, pasó a un
segundo plano", sostuvo este fin de semana el presidente.
Carlos de Sousa, analista de Oxford Economics, señaló que
"la capacidad de pago de Argentina se ha debilitado enormemente debido a
la crisis del coronavirus".
"Mantener un importante superávit
comercial que genere ingresos en divisas era clave para atender la deuda
en moneda extranjera, pero con la economía mundial detenida eso resulta
mucho más difícil", señaló.
La deuda pública de la tercera
economía de América Latina es de unos 311.000 millones de dólares,
equivalente a un 90% de su PIB.
"Esta
decisión es parte del plan que trazamos para restaurar la sostenibilidad
de la deuda. Un plan para sentar condiciones para una Argentina que se
desarrolle con inclusión social cuando dejemos atrás estas durísimas
circunstancias del COVID-19", tuiteó el ministro de economía, Martín
Guzmán, este lunes al reproducir el decreto en redes sociales.
Argentina
busca reestructurar su deuda por 68.842 millones de dólares con
bonistas privados bajo ley extranjera y se proponía presentar una oferta
antes del 31 de marzo, algo que quedó postergado por la crisis
sanitaria.
Se descuenta que Argentina pedirá una quita de capital e
intereses, con el respaldo del Fondo Monetario Internacional, al que le
debe 44.000 millones de dólares.
"Pensamos que Argentina
intentará evitar un default (de los bonos emitidos bajo legislación
extranjera). Tiene tiempo hasta octubre para lograr un acuerdo", estimó
De Sousa.
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