PARÍS.- El panorama para la
economía francesa se vuelve más oscuro a medida que pasan los días y
podría enfrentar su peor recesión desde 1945, incluso si el gobierno
trata de limitar los daños causados por una epidemia que ha detenido en
gran medida la actividad.
"La peor cifra de crecimiento para
Francia desde 1945 es en 2009, después de la gran crisis financiera de
2008 (...) Probablemente estaremos más allá" este año, dijo el lunes el
ministro de Economía, Bruno Le Maire.
En 2009, Francia experimentó una disminución del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,9%.
"Esto
muestra la magnitud del shock económico al que nos enfrentamos", añadió
Le Maire durante una audiencia de la Comisión de Relaciones Económicas
del Senado realizada por videoconferencia.
Para combatir la
epidemia de COVID-19, Francia decidió confinar a su población y prohibir
una serie de actividades consideradas no esenciales.
Como
resultado, la actividad económica se encuentra actualmente a sólo dos
tercios de su nivel habitual en esta época del año, de acuerdo con
estimaciones del Instituto francés de estadísticas (INSEE) a finales de
marzo.
El INSEE estima que un mes de confinamiento costaría a
Francia alrededor de 3 puntos de PIB en un año, y dos meses de
confinamiento alrededor de 6 puntos.
Antes de la crisis, el gobierno preveía un crecimiento del 1,3% en 2020.
El
confinamiento comenzó el 17 de marzo en Francia, y actualmente está
previsto que dure hasta el 15 de abril, pero el primer ministro Edouard
Philippe insinuó el viernes que sin duda se prolongará.
Para
muchas empresas esto significa varios días o semanas más de inactividad o
menos trabajo, y por lo tanto una fuerte contracción de la entrada de
dinero.
Por ejemplo, el mercado automotriz cayó más de un 72% en
marzo y los fabricantes han cerrado muchas plantas. Muchos de los
principales grupos, incluidos los que cotizan en bolsa, han tenido que
congelar sus objetivos y previsiones para este año.
La mayoría de los negocios no alimentarios han tenido también que cerrar por orden del gobierno.
Muchas de ellas, como muchas pymes, no tienen suficiente flujo de efectivo para mantener un confinamiento prolongado.
La aseguradora de crédito Coface estimó el lunes que la quiebra de empresas debería aumentar un 15% en Francia este año.
"La
primera pregunta va a ser: ¿'Cómo salvar nuestra economía'?. Eso es lo
que me ha mantenido ocupado 7 días a la semana desde el comienzo de esta
crisis, como evitar el naufragio", aseguró el ministro Le Maire a los
senadores.
Hasta ahora, el gobierno ha puesto sobre la mesa
cientos de miles de millones de euros para diferir las cargas y los
impuestos, pero también para financiar el desempleo temporario masivo,
promover los préstamos a las empresas y entregar ayudas a los más
pequeñas.
Pero aunque las organizaciones patronales apoyan este
plan en general, muchos sectores piden la anulación pura y simple de las
cargas para las empresas con demasiadas dificultades, como las empresas
textiles y los hoteles.
El gobierno también espera poder volver a
poner en marcha la economía rápidamente una vez que la epidemia haya
sido contenida. "La palabra clave para el relanzamiento de nuestra
economía nacional es 'inversión'", dijo Bruno Le Maire.
El ministro prometió además medidas "específicas" para varios sectores clave en Francia, como la viticultura o la aeronáutica.
Pero
el esfuerzo nacional no bastará por lo que Francia también espera poder
convencer a sus vecinos europeos de que establezcan un plan coordinado y
solidario a medio plazo.
El martes se celebrará una reunión
crucial entre los ministros de Finanzas de la Eurozona, en un contexto
de división sobre la estrategia a adoptar.
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