MILÁN.- La economía de Italia cayó en una profunda recesión incluso antes de sufrir el efecto total de un drástico bloqueo económico. La
tercera economía más grande de la zona del euro se contrajo un 4,7% en
el primer trimestre, la mayor caída desde que comenzó la serie en 1995.
La contracción, mayor que la baja de 3,8% de la unión monetaria en su
conjunto, se compara con la proyección de 5,4% de los economistas.
Sin
embargo, la desaceleración del primer trimestre solo capta parcialmente
el efecto de las restricciones para detener el brote de coronavirus,
que el 23 de marzo paralizaron toda actividad económica no esencial.
Esto
anticipa una caída aún más profunda desde abril en adelante, al tiempo
que las compañías y negocios reanudarán sólo gradualmente sus
actividades a partir del 4 de mayo. El Gobierno de Italia pronostica que
el PIB se contraerá un 8% este año, mientras que Bloomberg Economics
considera que la economía se desplomará un 13%.
Si
bien todo el mundo enfrenta daños económicos sin precedentes por la
pandemia y las medidas radicales promulgadas para detenerla, Italia ya
se encaminaba hacia una recesión antes de la crisis.
Su enorme deuda
aumentará a más de 150% el producto interno bruto y la debilidad de sus
finanzas públicas quedaron de manifiesto a principios de esta semana
cuando Fitch rebajó su calificación soberana a solo un nivel por encima
de la basura.
Italia
también está luchando por promulgar un estímulo fiscal, al tiempo que
los préstamos respaldados por el Estado y la liquidez recién comienzan a
llegar a la economía real. Se había prometido un nuevo paquete de
medidas de ayuda para empresas y hogares de al menos 55.000 millones de
euros (60.000 millones de dólares) para fines de este mes, pero ahora se pospuso
hasta mayo.
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