NUEVA YORK.- El secretario general de la ONU, António Guterres, demandó este lunes un "alto el fuego mundial" que detenga todas las guerras para ayudar a hacer frente al coronavirus.
"Nuestro
mundo se enfrenta a un enemigo común: el COVID-19", defendió Guterres
en una conferencia de prensa virtual, en la que subrayó que es momento
de parar todos los conflictos para centrarse en "la verdadera lucha de nuestras vidas".
El
jefe de Naciones Unidas avisó de que los países afectados por guerras,
con sistemas de salud destruidos y con multitud de desplazados y
refugiados, son especialmente vulnerables al virus.
"Cesen las hostilidades. Dejen de lado la desconfianza y la animosidad.
Silencien las armas, detengan la artillería, pongan fin a los ataques
aéreos. Es crucial que lo hagan", insistió Guterres a todas las partes
involucradas en conflictos armados.
Según
apuntó, la pausa en los combates ayudará a crear corredores para
suministrar ayuda vital, abrirá oportunidades para la diplomacia y
permitirá "llevar esperanza a los lugares más vulnerables al COVID-19".
"Necesitamos poner fin al mal de la guerra y luchar contra la enfermedad que está devastando nuestro mundo. Y esto empieza poniendo fin a los enfrentamientos en todas partes. Ahora", recalcó.
Guterres
explicó que sus enviados especiales para los distintos conflictos están
trabajando con todos los bandos para tratar de detener la lucha y
asegurar que este llamamiento se traduce en resultados.
"No
nos olvidemos que las áreas arrasadas por conflictos son zonas donde la
capacidad de respuesta es muy limitada y, si continúan los combates, podemos tener una propagación devastadora de la epidemia", señaló.
Según
subrayó, esta tregua global es "absolutamente esencial" para lograr una
respuesta efectiva contra el COVID-19, pero también tiene valor por sí
misma.
"Las guerras no tienen
ningún sentido cuando tenemos una epidemia, pero tampoco tienen ningún
sentido en otras circunstancias", señaló.
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