BUENOS AIRES.- El
Senado de Argentina aprobó este miércoles y convirtió en ley un
proyecto que habilita al Ejecutivo de Alberto Fernández a dar los pasos
formales necesarios para la reestructuración de la abultada deuda
soberana del país emitida bajo legislación extranjera.
La
iniciativa, que ya había sido aprobada la semana pasada por la Cámara
de Diputados, recibió este miércoles por unanimidad el visto bueno en la
Cámara Alta.
La
aprobación de la ley impulsada por el oficialismo se produce en
paralelo con el fin de la gira emprendida la semana pasada por Fernández
por Europa en busca de apoyo para las negociaciones que Argentina
también pretende entablar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La
nueva Ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública
Emitida bajo Legislación Extranjera habilita al ministro de Economía,
Martín Guzmán, a realizar una serie de acciones para reestructurar bonos
emitidos bajo ley extranjera.
La
norma indica que el Ejecutivo determinará los montos nominales de la
deuda alcanzados por la inminente reestructuración y autoriza al
Ministerio de Economía a emitir nuevos títulos públicos para un eventual
canje.
También
da libertad a Guzmán para determinar los plazos y procedimientos de
emisión de nuevos bonos y para designar y contratar instituciones y
asesores financieros para que actúen como coordinadores del proceso o
como agentes colocadores.
De
acuerdo a datos de la Secretaría de Finanzas, a finales de diciembre
último la deuda bruta de Argentina ascendía a 323.177 millones de
dólares, el 44 % emitida bajo legislación extranjera.
La deuda en títulos públicos de mediano y largo plazo suma unos 194.000 millones de dólares, un 80 % en moneda extranjera.
El
Ejecutivo, que aún no ha informado qué volumen de deuda ingresará en el
proceso, planea lanzar a los acreedores privados una oferta de
reestructuración en la segunda semana de marzo, cuyo plazo de adhesión
vencerá a finales de ese mismo mes.
En
el debate de hoy, la oposición, dominada por Juntos por el Cambio, el
frente que gobernó Argentina de la mano de Mauricio Macri (2015-2019),
votó a favor de la ley, aunque se defendió de las acusaciones lanzadas
por el peronismo oficialista, mayoritario en el Senado, sobre el origen
del fuerte endeudamiento que carga Argentina.
La
senadora opositora Laura Rodríguez Machado alegó que el 73 % de la
deuda emitida desde que asumió Macri se tomó para pagar "deuda contraída
por Gobiernos anteriores", mientras que Martín Lousteau, también de
Juntos por el Cambio, sostuvo que la anterior Administración tuvo que
destinar un cuarto de la deuda para financiar un déficit fiscal heredado
del gobierno de Cristina Fernández (2007-2015).
"El
timón que agarró Mauricio Macri tenía un objetivo, que era endeudar,
como lo endeudó, a nuestro país: más de 300.000 millones de dólares.
(...) Es una deuda insostenible.", aseveró la senadora oficialista María
Eugenia Duré.
El
también peronista Daniel Lovera coincidió en que el endeudamiento
argentino "es insostenible" y hace necesario "renegociar mejores
condiciones".
Lovera
dijo que la ley es "una clara muestra de voluntad de pago" que tiene
Argentina, que necesita, sin embargo, volver a crecer para poder pagar, y
remarcó que "lograr una negociación razonable es responsabilidad de
todo el arco político".
En
tanto, Fernández logró hoy sumar el apoyo del presidente francés,
Emmanuel Macron, a la renegociación de la deuda por 44.000 millones de
dólares que Argentina tiene con el FMI.
"Francia
estará a su lado y se movilizará junto al FMI y a otros socios para
ayudar a Argentina a recuperar el camino del crecimiento, de una deuda
sostenible", dijo Macron tras su reunión con Fernández en París.
Ese
respaldo se suma a los expresados ya por la canciller alemana, Angela
Merkel, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, y el presidente
del Gobierno español, Pedro Sánchez.
También
el papa Francisco, con quien Fernández se reunió el viernes pasado,
habló hoy sobre la problemática del endeudamiento en el marco de un foro
sobre economía sostenible e inclusión organizado en el Vaticano.
Aunque
sin mencionar expresamente a Argentina, el sumo pontífice sostuvo que
"las deudas contraídas" no pueden ser pagadas "con sacrificios
insoportables" y que "en estos casos es necesario encontrar modalidades
de reducción, dilación o extinción de la deuda".
En
el foro participaron también el ministro de Economía de Argentina,
Martín Guzmán, y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva,
quienes este martes se reunieron en Roma para dialogar sobre la deuda.
"Hemos
tenido una conversación muy constructiva con el FMI, hay un aumento en
el entendimiento mutuo y espero que podamos seguir trabajando de forma
constructiva", dijo hoy Guzmán en el foro.
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