HONG-KONG.- La líder de Hong Kong, Carrie Lam, anunció el martes planes para suspender conexiones de trenes de alta velocidad y de ferry con la China continental en el marco de los esfuerzos del centro financiero mundial por limitar la propagación de un nuevo coronavirus.
Más de 100 personas han muerto ya a causa de un virus similar a la
gripe que surgió en la ciudad central china de Wuhan en diciembre, con
un número de casos confirmados de 4.515 hasta el lunes, frente a los
2.835 del día anterior, según las autoridades sanitarias.
Los servicios de trenes de alta velocidad se suspenderán a partir de
la medianoche del jueves, dijo Lam, añadiendo que el número de vuelos a
China continental también se reducirá a la mitad y que se suspenderán
los permisos personales de viaje a la ciudad para los chinos
continentales.
”Agradezco al Gobierno central el apoyo a nuestro trabajo en este
aspecto (suspender el transporte transfronterizo) y a los ministerios y
comisiones continentales relevantes por cooperar con nosotros”, dijo en
una conferencia de prensa.
Pocos días después de anunciar la emergencia del virus, Lam, con una
máscara verde, también instó a los residentes de Hong Kong a regresar
del continente lo antes posible y a ponerse en cuarentena en sus casas
durante 14 días.
Con los mercados financieros de Hong Kong listos para reabrir el
miércoles después de las festividades del Año Nuevo Lunar, Lam estuvo
flanqueada en la conferencia de prensa por la secretaria de salud de la
ciudad, Sophia Chan, y su secretario de comercio, Edward Yau, ambos
también con máscaras.
Chan dijo que la antigua colonia británica tenía ocho infecciones confirmadas, mientras que 100 pacientes estaban en cuarentena.
Lam, apoyada por Pekín, defendió su decisión de no cerrar toda la
frontera, diciendo que tal medida impediría el regreso a casa de los
habitantes de Hong Kong, algunos de los cuales viajan diariamente.
Un sindicato de trabajadores hospitalarios, la Alianza de Empleados
de la Autoridad Hospitalaria, dio al Gobierno hasta el martes para que
atienda sus demandas, que incluyen la prohibición de la entrada de
personas desde China continental, antes de convocar una huelga.
El coronavirus ha sacudido los mercados mundiales y ha inquietado a los
ciudadanos de Hong Kong, que todavía viven atormentados por el recuerdo
del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) que mató a casi 300
personas en la ciudad en 2003.
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