MANAGUA.- Apicultores nicaragüenses
encontraron en la crianza de abejas reinas una oportunidad para mejorar
la producción de miel ante la amenaza que la sequía representa para
este dulce negocio, que deja millonarias ganancias al país.
"Nos
estamos adaptando al cambio climático", asegura el apicultor
Santos Flores en una finca en Estelí, en el norte. "Si trabajamos mejor a
la abeja vamos a obtener mejores promedios de producción, aún con poca
precipitación".
La variabilidad del clima ha sido desfavorable este año
para la producción de miel en Nicaragua, según productores, porque las
pocas lluvias han incidido en la floración de las plantas -café, laurel,
jobo, roble-, de donde las abejas extraen el néctar para la miel, según
productores de este rubro.
Para enfrentar el fenómeno y obtener
mejores beneficios a pesar de las circunstancias ambientales, Flores, de
31 años, decidió tecnificar sus conocimientos y poner en marcha una
iniciativa de crianza de abejas reina.
El objetivo es acelerar
el proceso productivo de la miel, que en 2019 dejó ingresos por 1,34
millones de dólares, 40% menos que en 2018 (2,69 millones), debido a una
caída en el precio internacional de un 27% y a una merma en el volumen
de ventas de un 19% en relación con el año anterior, según cifras dadas por el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores
(APEN), Guillermo Jacoby.
"Tenemos unas copas (celdas) especiales
para criar a las abejas reinas; hacemos un traslarve, con una aguja
especial, sacamos del panal una larva que debe tener entre 12 a 24 horas
de haber eclosionado del huevo, que es la edad óptima" para la crianza,
explica Flores.
Después de eso, el período de crianza toma 14 días y luego
son introducidas en colmenas que han quedado sin reinas, donde "abejas
nodrizas" las cuidarán y acompañarán en una celda especial por tres días
más para completar su desarrollo hasta que hagan su "vuelo nupcial" -de
apareamiento- y retornen a la colmena a poner huevos.
Si fuera el proceso natural, la colmena huérfana quedaría sin abeja reina unos 24 días, que es lo que tarda su desarrollo.
El
proceso se acelera por tanto en alrededor de una semana, lo que puede
ser bastante considerando que una abeja reina puede poner hasta 3.000
huevos en un día, de donde se reproducen las abejas recolectoras de la
miel.
Con
esta técnica la producción de miel "no se va a detener e implica que
voy a incrementar mi producción en 40 kilos anuales" por colmena en un
año, 10 kilos más que por métodos naturales, asegura Flores.
La
Comisión Nacional Apícola de Nicaragua reporta entre 1.300 y 1.450
apicultores en el país y seis empresas exportadoras. El 85% son pequeños
productores de miel.
Pero no todos los apicultores se dedican a
la cría de abejas reina sino que "se van por el proceso natural", debido
a que se requiere de tecnificación y financiamiento para hacerlo,
agregó Flores.
La exportación de miel nicaragüense tiene como destino principal a Alemania, Estados Unidos y Taiwán.
Nicaragua
exportó en 2018, según Cetrex, 546,8 toneladas de miel natural. Además
de en Estelí, su producción está concentrada en los departamentos de
Managua, León (oeste), Boaco (centro), Matagalpa y Jinotega (norte).
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