WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, se apuntó este jueves un gran triunfo con la aprobación por parte del Senado del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC (USMCA en inglés), una sus principales promesas electorales.
Por
89 votos a favor y 10 en contra, el Senado se sumó a la Cámara de
Representantes, y ahora pasa a la mesa de Trump para su ratificación.
Trump ha asegurado en reiteradas ocasiones que el T-MEC es "el acuerdo comercial más importante" firmado por el país.
"Este
histórico pacto no solo moderniza y reequilibra nuestra relación con
Canadá y México, promueve el crecimiento, la creación de empleo y ofrece
una fundamental certidumbre para agricultores y fabricantes. Cumple
otra promesa hecha por el presidente Trump para negociar acuerdos justos
y recíprocos", subrayó Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, en un
comunicado.
Después
de meses de negociaciones y retrasos, la Cámara de Representantes había
dado su visto bueno al acuerdo comercial en diciembre con el apoyo de
la mayoría demócrata, que había exigido la inclusión de protecciones a
las leyes laborales y al medio ambiente en el T-MEC.
El
amplio respaldo bipartidista en el Congreso es una rareza dado el
contexto de aguda polarización que vive el país desde la llegada de
Trump a la Casa Blanca a comienzos de 2017.
De
hecho, el Senado se vio obligado a acelerar la votación para evitar que
coincidiera con el juicio de destitución al presidente Trump que está
previsto que comience el próximo martes.
Entre
los inusuales apoyos figuró el de la senadora y aspirante a la
candidatura presidencial demócrata, Elizabeth Warren, representante del
ala más progresista del partido, quien indicó que suponía un "leve
mejoría" ya que ofrecerá "algo de alivio a los trabajadores
estadounidenses".
Uno
de los escasos votos en contra provino del líder de la minoría
demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien se opuso al considerar que
"aunque incluye muy buenas provisiones laborales" no "encara el cambio
climático, la mayor amenaza actual para el planeta"
Pese
a las grandilocuentes declaraciones, no obstante, los expertos auguran
un impacto positivo pero modesto en la actividad económica.
"Ha
sido una negociación impulsada, diseñada y marcada por EEUU: no ha
cedido nada. México es quien ha entregado más, ya que es la que tiene
unas cadenas de suministros más densas con EE.UU. Y Canadá, en cierta
medida, puesto que ha tenido que abrir su mercado lácteo a EE.UU.",
señaló Monica DeBolle, investigadora del centro de estudios
Peterson Institute de Washington.
Según
un reporte de la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU., se
espera que con el T-MEC el crecimiento económico aumente en 0,35 puntos
porcentuales del PIB anual al sexto año de su entrada en vigor y genere
la creación de 176.000 puestos de trabajo.
Entre
las novedades, refuerza el porcentaje de componentes de automóviles que
deben producirse en la región (del 62,5 % previo al 75 %), se exige que
en gran parte del sector automotriz el salario mínimo de los empleados
suba progresivamente hasta los 16 dólares la hora en 2023 (para frenar
la mano de obra barata en México) y cuenta con una cláusula de posible
revisión del pacto a los 6 años.
El
nuevo pacto es fruto de un proceso de renegociación del antiguo Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se firmó en 1994, a
iniciativa de Trump, que lo consideraba obsoleto.
Para
entrar en vigor, el acuerdo sólo requiere ahora de la firma de Trump,
que se espera se produzca la semana próxima, así como la ratificación
por parte del Parlamento de Canadá, ya que las autoridades mexicanas ya
le dieron su visto bueno en junio de 2019.
El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó en la capital
mexicana esa nueva versión con el representante de Comercio Exterior,
Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia
Freeland.
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