ROMA.- El primer ministro
italiano, Giuseppe Conte, anunció el sábado un "maratón de tres años" de
su gobierno para llevar a cabo una serie de reformas, en particular en
la función pública, la justicia penal, la fiscalidad y las
infraestructuras.
Cuatro meses después del nacimiento del
gobierno Conte 2, formado en septiembre por la centro-izquierda y el
Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), Conte se declaró "orgulloso"
del trabajo realizado y sostuvo que después del "impulso de estos
primeros días comenzaba un maratón de tres años" que conduciría al final
de la legislatura, en 2022.
Sin embargo, la coalición gubernamental ya está mostrando
divergencias que la debilitan en varios frentes, como el de los
migrantes o la reforma de la eurozona o de la justicia, que hacen
presagiar un retorno a las urnas en los próximos meses, según los
observadores.
"Ahora tenemos un maratón de tres años por delante",
precisó Conte en su conferencia de prensa de fin de año. "Tenemos 23
puntos ambiciosos, algunos de los cuales ya han sido abordados, y enero
será la ocasión de detenerse a reflexionar, debatir con las diferentes
fuerzas políticas y relanzar la acción gubernamental", señaló.
Entre
las medidas anunciadas, figuran la "reducción de la burocracia", la
digitalización de la función pública, la disminución de los niveles de
jurisdicción, la reforma fiscal y la lucha contra la evasión fiscal.
El
gobierno actual está bajo la amenaza de la Liga (extrema derecha) del
ex ministro del Interior Matteo Salvini, que no cesa de pedir elecciones
anticipadas.
El gobierno de Conte significa "más impuestos, más asientos (ministeriales) y más mentiras", aseguró el líder ultraderechista.
Aunque
perdió terreno en las encuestas desde que Salvini hizo explotar en
agosto la anterior coalición, la Liga sigue siendo el primer partido de
Italia con aproximadamente 31% de las intenciones de voto.
El mes
de enero podría ser determinante para el gobierno debido a las próximas
elecciones regionales, con sabor a prueba nacional, que tendrán lugar en
Emilia-Romaña (noreste) el 26 de enero.
En este feudo histórico
de la izquierda, a menudo calificado por los italianos de "Emilia Roja",
se perfila un duelo entre el Partido Demócrata (centro izquierda) y la
derecha liderada por la Liga.
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