sábado, 28 de diciembre de 2019

Un campo petrolero de Irak interrumpe su producción por las protestas

BASRA.- Una manifestación antigubernamental llevó hoy a interrumpir la producción en un campo petrolero de Nasiriya, en el sur de Irak, indicaron fuentes de la Policía y responsables del sector. 

Se trata de la primera suspensión de la producción de un campo petrolero en Irak desde que empezaran las manifestaciones contra las autoridades y su socio iraní, el 1 de octubre.
La producción del yacimiento de Nasiriya, a unos 300 km al sur de Bagdad, suele ser de 100.000 barriles diarios.
El sábado por la mañana, fue interrumpida después de que un grupo de manifestantes bloqueara los accesos al campo, reclamando empleos, explicaron fuentes policiales.
Responsables del sector petrolero en el lugar confirmaron que la producción se había suspendido. Si la interrupción fuera breve, el impacto en la economía no sería notorio, según los expertos.
Los edificios administrativos de la compañía que gestiona el campo llevan cerrados 50 días a causa de la movilización, que paraliza buena parte del sur de Irak, agregaron los responsables.
Los manifestantes irrumpieron en el campo petrolífero iraquí del sur de Nassiriya y obligaron a los empleados a cortar la electricidad de su estación de control, dejando el campo sin conexión hasta nuevo aviso, dijeron una fuente de seguridad y dos fuentes del yacimiento petrolífero.
El campo petrolero produce 90.000 barriles diarios (bpd) de crudo. Los manifestantes corearon “sin patria, no hay petróleo”, mientras forzaban su cierre, dijeron las fuentes.
Desde el 1 de octubre se han llevado a cabo protestas masivas en Irak y los manifestantes, en su mayoría jóvenes, exigen una revisión de un sistema político que consideran profundamente corrupto y que mantiene a la mayoría de los iraquíes en la pobreza. Más de 450 personas han sido asesinadas.
Es la primera vez que los manifestantes cierran un yacimiento petrolífero entero, aunque en el pasado han bloqueado las entradas a las refinerías y puertos. La economía de Irak depende de las exportaciones de petróleo, que constituyen más del 90% de los ingresos del segundo mayor productor de la OPEP. Ninguna empresa extranjera opera en el campo petrolero.
Los manifestantes están exigiendo la eliminación de toda la élite gobernante, considerada como enriquecida por el Estado y al servicio de las potencias extranjeras -sobre todo Irán-, mientras que muchos iraquíes languidecen en la pobreza, sin empleo, sin asistencia sanitaria o educación-, y el nombramiento de un primer ministro sin afiliación partidista.
El presidente iraquí Barham Salih se negó el jueves a designar al candidato de un bloque parlamentario respaldado por Irán como primer ministro, diciendo que preferiría renunciar antes que nombrar a alguien para el puesto que sería rechazado por los manifestantes, lo que prolongaría aún más las semanas de estancamiento político.
Irak es el segundo productor de la OPEP y cada día exporta de media 3,6 millones de barriles de crudo. Desde hace tres meses, es escenario de una importante revuelta, de carácter espontáneo, que ha dejado cerca de 460 muertos y 25.000 heridos.
El petróleo representa el 90% de los ingresos económicos del país, por lo que una interrupción prolongada de su producción podría suponer un duro golpe para el Estado, ya muy endeudado. Según los expertos, una bajada fuerte de la producción también podría afectar a los precios mundiales del crudo.
Por su parte, Bagdad prevé reducir su producción, en virtud de una decisión de la OPEP destinada a aumentar los precios del petróleo, que cayeron un 40% entre 2014 y 2019.

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