SANTIAGO.- El presidente chileno, Sebastián Piñera, advirtió el miércoles que un
rebrote de la violencia tras semanas de protestas estaba alcanzando un
punto de inflexión, en medio de un nuevo aumento de ataques incendiarios
y saqueos en todo el país.
La agudización de la violencia tras más de 40 días de protestas llevó
además al peso chileno a caer 2,6% a un nuevo mínimo histórico frente
al dólar.
La moneda chilena ha perdido más de un 10% desde que comenzó el estallido social el 18 de octubre.
Piñera
instó al Congreso a avanzar con proyectos de ley que presentó hace
algunas semanas para reforzar la seguridad y endurecer las sanciones
contra saqueos, barricadas y acciones de personas encapuchadas durante
las protestas.
Las movilizaciones en Chile por la desigualdad y
los deficientes servicios sociales han dejado al menos 26 muertos y
miles de heridos, según la fiscalía. También han obstaculizado el
sistema de transporte público de la capital y dejaron miles de millones
en pérdidas a empresas privadas.
“La violencia está
causando un daño que puede ser irreparable al cuerpo y alma de nuestra
sociedad”, dijo el miércoles por la tarde el presidente de centroderecha
Sebastián Piñera en una declaración en el Palacio de La Moneda.
El
Ministerio del Interior informó que la policía arrestó a 915 personas
el martes, mientras que el número de “eventos graves” durante la noche
casi se había duplicado desde el día anterior.
La noche del
martes, una muchedumbre saqueó e incendió un importante hotel en la
turística ciudad costera de La Serena, al norte de la capital. Hubo
ataques similares contra oficinas comerciales, sedes de partidos
políticos e instalaciones de un periódico en otras ciudades como
Iquique, Valparaíso o Concepción.
El miércoles, varias estaciones del metro de Santiago fueron cerradas temporalmente ante las nuevas revueltas.
Los
esfuerzos de Piñera para sofocar la violencia hasta ahora han sido
insuficientes, pese a las promesas de aumentar pensiones, salario mínimo
y beneficios de atención médica. Los partidos políticos también
llegaron a un acuerdo para avanzar hacia una nueva Constitución, pero el
camino parece plagado de obstáculos mientras el malestar continúa.
El
gobierno también anunció que el presidente no asistirá a Madrid a la
cumbre sobre cambio climático de la ONU, que antes del estallido social
planeaba organizar.
Esta semana, Piñera envió un proyecto al
Congreso para permitir que militares protejan infraestructura pública
crítica, poco después que Human Rights Watch dijo en un informe que la
policía chilena cometió graves violaciones a los derechos humanos en el
control de las protestas.
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